Cuando el color brota del verso

Los cuadros que expone en el Palacio de Don Gutierre el leonés Higinio del Valle son todo un homenaje a la naturaleza, al amor y la amistad, vistos con la mirada de alguien que siente muy profundamente la poesía. A del Valle le ha marcado profundamente su paso por Claraboya , aquella revista que tomó en los años sesenta el testigo de Espadaña . Pero aún más que la iniciativa literaria en la que colaboró con sus dibujos, le ha marcado su amistad con los poetas, su profunda y sentida amistad con ese grupo de hombres que durante un largo periodo fueron la voz de los sentimientos y las emociones de la tierra leonesa. Higinio del Valle ha expuesto individualmente en contadas ocasiones y en León la última vez que lo hizo fue con motivo del magno evento que promovió UGT en Pallarés en los albores de la democracia. Su larga estancia docente en Asturias ha hecho que en muchos casos haya sido considerado como uno de los artistas representativos del Principado, aunque él sigue sintiéndose muy leonés. Recuerda el artista con emoción sus tiempos en el seminario, al abrigo de las torres catedralicias. «Allí -dice- se gestó Claraboya , en un pequeño estudio que nos habían dejado ocupar a los seminaristas amantes del arte, músicos, poetas y pintores, y al que llamábamos La golondrina . Nos lo concedió el rector y por allí aparecieron muy pronto Ángel Fierro y José Antonio Llamas, que eran de un curso inferior al mío, con los que comencé una relación muy grande que aún dura, y a la que muy pronto se incorporaron también Agustín Delgado, Luis Mateo y su hermano Toño. La revista funcionó muy bien con la ayuda de la Diputación, que la imprimía en sus talleres tipográficos, pero con el paso del tiempo llegó la diáspora y cada uno de los componentes del grupo se fue a un lugar distinto, Barcelona Madrid¿ así que poco a poco acabó por extinguirse». Sus amigos poetas son los que más han influido para que pueda verse en León esta amplia muestra del trabajo de Higinio del Valle. «Buena parte de estos cuadros han nacido de las ilustraciones que mis amigos poetas me piden para sus libros. Yo siempre conservo los bocetos y a partir de ellos dejo que las ideas que nacieron con destino a una ilustración, se conviertan en pinturas. Yo trabajo con métodos informáticos, las nuevas tecnologías son vitales para la expansión del arte. Lo que puede verse en esta exposición es el trabajo de los dos o tres últimos años». Retratos y legados Otra de sus facetas artísticas es el retrato, algo que le gusta y que además le ha servido de apoyo económico. «Para hacer un retrato -cuenta- te tienes que esforzar en quitar todo aquello que no es la sustancia del retratado, dejando justo lo que resalta el parecido. Cuando retrato me gusta quedar bien con el personaje¿ porque soy así de blando, no tengo ningún prejuicio en someterme a sus gustos, creo que esto no atenta contra mí. Había mucha más intervención en una obra de Rafael por parte de sus mecenas y nunca se sintieron limitados por ello». Higinio del Valle confiesa que en su momento perdió, principalmente por su dedicación a la enseñanza, el tren de las galerías, de las exposiciones y de los catálogos que recuerdan la obra del artista. «Yo -confiesa- solamente quiero dejar mi estudio lleno de obra, de algo que sea interesante para los demás, por eso sigo pintando sin cesar». Dice José Antonio Llamas a propósito de su obra: «Basta con abrir los ojos ante estos cuadros de Higinio del Valle para dejar de ser uno mismo y ser belleza en estado puro, al menos por una vez». Horario: de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Plaza de Don Gutierre, s/n.