La noche fue de «Pe», la más elegante sobre la alfombra verde
El contraste, entre lo moderno y lo clásico y entre lo vaporoso y lo ceñido, fue el protagonista de la alfombra de llegada a los Premios Goya, en la que sólo los tonos pastel pudieron hacer competencia al negro y en la que Penélope Cruz deslumbró con un modelo entallado de la firma Carolina Herrera. La XXI edición de los Premios Goya se caracterizó, además, por tener con las presencias de Guillermo del Toro, Daniel Brühl (de Dior) y Viggo Mortensen -co la corbata de San Lorenzo de Almagro y la insignia de oro de León en la solapa-, un componente internacional que, sin embargo, protagonizó los momentos más sobrios de la entrada a la gala. Penélope Cruz, aunque reconoció que todavía no se cree la candidatura al Oscar, desplegó en la alfombra, que no fue roja sino verde, todo su estatus de estrella con un vestido con corte de sirena y tirantes finos. La propia Maribel Verdú --su rival en la categoría de mejor actriz- fue la primera en reconocer, con un vestido vaporoso de Christian Dior color marrón pastel y una fina piel enroscada en el cuello, que la actriz de Volver era «la gran triunfadora». Marta Etura, candidata por AzulOscuroCasiNegro eligió el azul de Moschino y comentó que «los Oscar nos lo han puesto muy difícil a las demás» Las presencias masculinas se presentaron con un aspecto más trabajado de lo habitual que, si bien la mayoría optaron por un corte clásico negro, como el de Leonardo Sbaraglia (de Hugo Boss) y Juan Diego Botto (Carolina Herrera), también se enfundaron alguno de los modelos más llamativos de la noche, con mención especial para Óscar Jaenada, que, bajo la rúbrica de Gucci, arriesgó con un traje blanco esmaltado y una corbata morada y negra. Fiel a su firma habitual fue Marisa Paredes, que reconoció que sin ser presidenta de la Academia «se disfruta mucho más» y que como casi siempre, eligió un color verde de Sybilla. Estrella Morente -con corpiño gris y falda brocada negra de Victorio & Lucchino y acompañada de su marido el torero Javier Conde- y Elena Anaya -con un vestido negro cortísimo de Roberto Cavalli- contrastaron su elegancia con el toque informal que pusieron el cantante y actor Dani Martin y Víctor García León, que acudieron en pantalón vaquero y zapatillas.