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La hermosa sinrazón de lo surreal
Caja España presenta en la Casa de Botines una selección de las ilustraciones realizas por el genial Salvador Dalí para obras de la literatura universal, como «Don Quijote» o la Biblia
Surrealismo y literatura se unen con feliz maridaje en las ilustraciones que Salvador Dalí realizó para muy diversas obras, desde El Quijote o la Biblia a los poemas de Mao. Explica el artista en un escrito-dibujo que puede verse en la exposición de su obra que ayer se inauguró en la Casa de Botines, «Yo no tengo ninguna ideología, me han tentado desde los falangistas a los comunistas, pero prefiero conservar mi identidad, por eso he podido ilustrar obras de tan diferentes autores». Esta exposición visita por primera vez una de la capitales de la Comunidad, y en ella pueden verse gran cantidad trabajos del original artista de Figueras, realizadas en las técnicas más dispares, desde el dibujo a lápiz, hasta grabados a punta seca o litografías. En todos ellos se aprecia el sello inconfundible y genial del polémico pintor. Las obras presentadas en la muestra pertenecen a diversas colecciones particulares, y esta es la primera vez que se ha conseguido reunirlas. «Los visitantes -comentó la comisaria, Marisa Oropesa- podrán ver una faceta casi desconocida de Dalí, la de ilustrador y grabador, en series como las dedicadas a La Vida es Sueño o el Fausto de Goethe. Pero en todo momento se mantiene su acento surrealista. Dalí decía que muchos jugaban a ser surrealistas, pero que solamente él lo era de verdad. Creo que Dalí ya nació surrealista». Variedad temática Uno de los mayores atractivos de la muestra es la variedad temática y técnica. «Son -dijo Marisa Oropesa- alrededor de setenta piezas, entre las que destaca por derecho propio El rey de Babilonia, que es una serie muy especial con referencias bíblicas en la que toda la paranoia crítica que Dalí tenía se desarrolla por completo en dieciséis puntas secas, en las que el pintor deja fluir toda la corriente surrealista que llevaba dentro». En cuanto al criterio seguido en la selección de esta colección de estampas aseguró la comisaria: «Se ha elegido lo más importante, pero hay que pensar que Dalí fue una persona que vivió muchos años y un creador muy fecundo. Todos sus trabajos de ilustración no cabrían en varias salas como esta. Se ha hecho una selección de los más importantes. Las obras pertenecen a muy diversas etapas, desde sus primeros años hasta algunas litografías de sus momentos finales, para que así el visitante pueda conocer los distintos periodos de su vida creativa», añade la comisaria Universo surrealista Entre los múltiples artistas que se acercaron al mundo surrealista, partiendo de las obras geniales del Bosco, Dalí es uno de los máximos representantes de este movimiento. «Durante los diez años en los que mantuvo intensos contactos con el grupo, Salvador Dalí convirtió como ningún otro el absurdo y la locura en principios esenciales de su arte, llegando incluso a crear un término que lo definía: paranoico-crítico», dice. Además, recuerda la voluntad que Dalí siempre demostró en estos proyectos. «El artista demostró a través de sus obras el afán de superar y transgredir la razón occidental, a través de la liberación de las energías reprimidas del inconsciente, entendiendo la pintura como una forma de soñar, parando esos sueños en momentos pictóricos eternos para que los demás disfrutasen de ellos», resume Marisa Oropesa. Lugar: Edificio Botines. En la plaza de las palomas. Horario: laborables de 19.00 a 21.00, festivos de 12.00 a 14.00. Entrada: libre y gratuita.