«Teresa de Jesús no es de la Iglesia, es una herencia cultural»

Diez años después de estrenarse como director con La pistola de su hermano, Ray Loriga ha vuelto a ponerse detrás de la cámara para contar la vida de Santa Teresa de Jesús, historia que, seguro, levantará ampollas en algunos sectores. De hecho, a la Conferencia Episcopal no le ha gustado cómo ha abordado la relación de esta monja carmelita con Jesucristo en Teresa. El cuerpo de Cristo, con una Paz Vega vestida por la oscarizada figurinista japonesa Eiko Ishioka. -¿Está nervioso ante el inminente estreno? -Estoy tranquilo porque estoy contento con la película. Ya lo estaba antes, pero ahora, después de ver la respuesta en los pases que hemos hecho, más, porque está gustando mucho. -Ya sabe que el cine siempre es arriesgado. -Sí, siempre te la juegas. Teresa es un proyecto ambicioso, caro, grande, de época, lo que se traduce en cierta complicación. -Y sólo es su segunda película. -Sí, pero lo hemos resuelto todo muy bien porque he tenido un equipo de lujo. , -La Conferencia Episcopal dijo que la aproximación mística de Santa Teresa a la figura de Cristo era «carnal» y que rozaba «el límite de lo aceptable». -Esto lo llevo con tranquilidad. En temas religiosos, la Iglesia tiene todo el derecho a opinar. Yo respeto lo que digan y pido que respeten mi obra. Teresa no pertenece a la Iglesia, es una herencia cultural universal. No me gusta la palabra polémica, pero esta bien que abra un debate de ideas. -¿Ha cambiado la visión que tenía de la santa? -Enfrentarte a un personaje tan complejo como Teresa o Lawrence de Arabia es un enigma. Yo presento a alguien muy importante en la historia de Occidente y en la historia de las mujeres más, y lo hago con todas las capas posibles. -¿Qué puede aportar contar la vida de esta santa? -Mucho porque sigue despertando interés en países tan distintos como Estados Unidos, Japón o Finlandia. Teresa triunfó, tanto en su tiempo como a lo largo de la historia.