| Entrevista | María Valverde |
«Aunque soy joven, ya estoy cansada de lo canalla»
La actriz, que protagoniza el filme «Ladrones», confiesa que es demasiado transparente para mentir ni para robar. «Cené con Juanjo Ballesta y pasé la noche vomitando de las cosas que dijo»
A los quince años rodó La flaqueza del bolchevique. A los 16, ganó el Goya a la mejor actriz revelación. Ahora, con 20 años, y nueve películas rodadas, presenta en el Festival de Málaga Ladrones, de Jaime Marqués, en la que trabaja con Juan José Ballesta. Libre ya de su fama de Lolita, María Valverde apuesta por la filosofía entre mágica y cómica de Amélie. En su móvil lleva una ranita. «Cuando la beso sale un príncipe», dice. -¿Cómo se lleva con el Bola? -Trabajar con Juanjo ha sido un placer, porque es muy amable como compañero y muy generoso. Lo que pasa es que a mí al principio me costó aceptarle... -¿Por qué? -Por su forma de ser y de hablar. Es muy radical, y una persona así asusta. Pero cuando quiere algo lo cuida con todo su amor. Y a mí me ha mimado mucho. Me he sentido como una reina. Pocas personas te tratan así. -Pocos hombres, ¿no? -Pocas personas, en general. -Así que al principio no hubo «feeling». -Ninguno. Quedamos para cenar en un japonés y me pasé toda la noche vomitando, por las cosas tan fuertes que él iba diciendo mientras la comida caía en mi estómago. Juanjo no tiene pelos en la lengua y yo soy quizá demasiado sensible. -¿Se planteó no hacer la película? -Esperé a verle otra vez. Y, en esa segunda ocasión, todo fue bien. -Con Julio Medem no hubo una segunda ocasión... -Fue un rechazo mutuo. No nos entendimos. Ojalá en el futuro nos podamos entender. -¿Es muy exigente? -Soy exigente. Me gusta que me respeten y tengo unos valores. Cuando alguien se los salta, para mí esa persona lo ha perdido todo. Y entonces paso a la siguiente pantalla. -Veo que se defiende bien. -Mis padres me educaron así. Cuando tenía algún problema con un niño de clase ellos siempre me decían que lo resolviera yo. Nunca intervenían. Con la palabra he conseguido muchas cosas. Está en mi carácter. -Anda bien de autoestima... -No creas. Soy tan vulnerable como la que más. -¿Cómo es su personaje en «Ladrones»? -Muy torpe. Creo que hasta un punto cómico. Es una chica que no tiene ni idea de robar y que no para de hacer el ridículo. Roba porque su vida es aburrida. -Para robar hay que fingir, igual que para ser actriz. -Pues yo no valgo para robar ni para mentir. Soy la peor mentirosa del mundo. Demasiado transparente. -La cleptomanía está de moda ahora por el caso de Cristina Blanco. -Sé que es la madre de Miguel Ángel Muñoz, pero no he seguido el tema porque no me gusta ver la tele. Cada vez que la enciendo me irrito mucho y me siento muy desprotegida como ciudadana. Me da miedo ver a tanta gente ida de la cabeza. Y los programas de corazón me producen vergüenza ajena. -¿Como famosa, ha probado ese veneno? -Nunca me han seguido. Creo que, por suerte, no intereso para nada. -He leído que le han robado el bolso más de una vez. -Es como si llevara una flecha y un cartel que dice: «Robadme, por favor». Es porque soy despistada, no me entero. Y como tampoco veo bien de lejos y me fío de todo el mundo... -¿Más veces que el corazón? -Más. Pero el corazón también me lo han robado. Esta vez, me lo han quitado de cuajo... Yo es que soy muy romántica. No tendría que haber nacido en esta época, sino en la de Romeo y Julieta. O en la de Leonardo da Vinci. Quizá él me habría hecho unas alas. -¿De verdad le atraen los canallas? -Las chicas, en nuestra primera intuición, tendemos a fijarnos en los más canallas, o sea, en lo opuesto a nosotras. Pero yo personalmente estoy ya cansada de lo canalla. -Pero los buenos chicos son aburridos... -¡Qué va!. Son los mejores, porque no te hacen sufrir. -¿Le pone algún actor de Hollywood? -¿A mí? ¡Johnny Depp! Siempre lo digo y hasta me llaman pesada, pero es que me parece que lo tiene todo. Para mí es buen actor, muy guapo, muy atractivo. Creo que es buen compañero y además raro, y eso es lo que más me gusta de él. -¿No habíamos quedado en que raros no? -No. Yo digo: canallas, fuera. Pero raro es otra cosa. A Depp le veo raro y me encanta. Tiene una personalidad muy marcada. Ojalá pudiera trabajar algún día con él. -¿Se siente mayor para su edad? -Tengo un mundo diferente. Cuando voy a buscar a alguna amiga a la universidad me siento fuera de juego. Ese no es mi mundo, y me pena perdérmelo.