| Reportaje | El Musac, territorio sorprendente |
Intuiciones del Apocalipsis
El showman Miguel Noguera y la inclasificable banda CrashCats acompañaron ayer a la pareja artística Bestué & Vives en la apertura de su muestra «Imágenes del fin del mundo»
Cada vez más, el Musac leonés se está convirtiendo en un territorio en el que quedan invalidadas las reglas que parecen regir el resto del mundo. Gentes de los sitios más insospechados se acercan al museo de la avenida Reyes Leoneses, con cada actividad programada, para sentir, aunque sea por unos minutos, cómo es el mundo fuera de sus límites habituales. Algo de esto pasó ayer en la inauguración de la nueva muestra que viene a ocupar el activo Laboratorio 987 del Musac: las Imágenes del fin del mundo , de los catalanes David Bestué y Marc Vives, constituyen una curiosísima mirilla artística a través de la cual atisbar cómo se desmoronan las cosas tal y como las conocemos, cómo lo que consideramos inmutable no lo es en absoluto. Como metáfora inquietantemente gráfica, estas fotografías irán velándose progresivamente, con el transcuros del tiempo, hasta acabar desapareciendo por completo (literalmente). Una exposición, pues, que sólo podrá verse, como tal, en León. Imagen, música y voz Pero Bestué & Vivas no estuvieron solos. El artista y showman Miquel Noguera confundió, sorprendió, divirtió y electrizó al curioso público leonés con una actuación que discurrió por las sendas de la comedia y de las novelas de suspense psicológicas: bromas, canciones, personificaciones, imitaciones, mímica y desnudez se dieron cabida en una mezcla de mistificaciones de una abrumadora capacidad sugestiva. Noguera ganó el Premio de Arte Contemporáneo Miquel Casablanca en Barcelona, y se ha convertido en una figura del culto después de realizar gran cantidad de espectáculos delirantes y asombrosos, especialmente en la ciudad de Barcelona. Por último, pero no menos desazonante ni rompedor, actuó la banda de música barcelonesa CrashCats: sus tres componentes, Zitiere, Muto y Pi, hicieron partícipe al boquiabierto público leonés congregado en el Musac de sus arriesgados experimentos con sonidos cercanos al electro-pop, al techno-rock y al post-punk, son duda alguna los ritmos idóneos para ilustrar las Imágenes del Fin del Mundo de David Bestué y Marc Vives. Espontáneos, divertidos, poco amigos de normas y encuadres y muy dados a todo tipo de licencias, CrashCats (como, a su modo, también Noguera y Bestué y Vives), abrieron a los leoneses un horizonte poco explorado aquí: el de trabajar desde la ruptura, el instinto y la apetencia.