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| Entrevista | Andreu Buenafuente |

«Telemadrid no quiso trabajar conmigo porque era catalán»

El conocido comunicador, quien resume su polémica con Losantos diciendo que no quiere ser «adalid de nada», reúne ahora sus mejores monólogos en el libro «Como iba diciendo»

Andreu Buenafuente se lamenta de que hoy en España «está triunfando la mala educación»

Publicado por
Mercedes Rodríguez - barcelona
León

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Andreu Buenafuente ha seleccionado la flor y nata de sus monólogos televisivos en el libro Como iba diciendo (Planeta). En ellos ha demostrado que con el humor se puede desmenuzar muy seriamente desde la vida cotidiana a la actualidad política o social, que puede convertirse en un arma muy crítica. Y es que el comunicador y showman defiende la voluntad de discrepar, que echa en falta de España. -¿En qué momento está la competencia televisiva? -Es un hecho que la televisión se ha fragmentado ya. Los cambios que se preveían para 2008-2010, con la TDT, han llegado mucho antes para quedarse. Pero no hay que dramatizar; se tiene que saber leer bien este panorama y mientras se asienta este mar revuelto no perder el rumbo. En todos los países del mundo se reestructuró la industria televisiva y pasó esto. -¿Es bueno que haya más canales? -Sí, siempre que se les dote de buenos contenidos. Ese es otro debate. Me gusta que existan más escaparates pero que haya inversión económica y de ideas. Y esto es lo que nos tienen que demostrar los nuevos operadores. -¿Y cómo está la televisión de contenidos? -La veo un poquito floja. Yo veo falta de riesgo y nervios a la hora de aguantar las apuestas. Se está siendo muy resultadista al considerar que lo que no funciona hoy no funcionará nunca. Y eso no es así porque la gente necesita familiarizarse con los programas. -La audiencia de Antena 3 ha bajado y la de su programa también. ¿Les ha afectado la situación de la cadena? -Antena 3 no ha pasado una buena época de audiencias, eso es sabido por todos. Y yo creo que sí nos ha afectado. Pero somos solidarios en lo bueno y en lo mano del momento actual de la cadena. Estamos en el mismo barco y estoy muy orgulloso. -Mucha gente espera a ver el monólogo de Buenafuente y se va a la cama porque el programa se emite muy tarde... -Tenemos un modelo de programación en España que no existe casi en ningún país del mundo. Hay cadenas que ponen tres capítulos seguidos de una serie de médicos y estás viendo hospitales y enfermos hasta las dos de la madrugada. Ocurre que la competencia reacciona ante eso y se crea un bucle de programación en la que al final los que vamos en el furgón de cola pagamos los platos. -Menudo revuelo ha causado al no querer recoger un premio en León con Jiménez Losantos. -No quiero convertirme en adalid de nada. Lo único que hice fue expresar una cuestión muy de piel. No me gusta su tipo de periodismo y en una España libre manifiesto lo que pienso, pero no con el objetivo de cambiar nada o acusar a nadie. Simplemente no estaba de acuerdo. Yo creo que en España, y sobre todo en esta profesión, se debería expresar más la discrepancia, pero por todas partes. Aquí todo el mundo se vigila y despotrica en privado. -¿Cómo andamos de crispación en este país? -Fatal Aquí crispa todo el mundo, hasta el taxista que me ha traído hasta el hotel. Es imperdonable que no se asuman los problemas con profesionalidad, con tacto, con ética. El otro día me decía Saramago que al final todo responde a una cuestión de buena o mala educación. Y aquí está triunfando la mala educación. La gente incluso se siente orgullosa de ser mal educada. A a mí me preocupa mucho un país que no puede solucionar sus problemas simplemente porque ni siquiera puede sentarse a hablarlos. -Ha dicho usted que Telemadrid no quiso seguir trabajando con ustedes (El Terrat) por ser catalanes. ¿Cómo fue? -Hacía un programa sobre sexo (el de Lorena Berdún), y nos dijeron que no trabajábamos más allí por ser catalanes. Uno debe ser consecuente con lo que se dice en los despachos porque luego todo se va a saber. No es más que una anécdota porque esa pugna entre Barcelona y Madrid es más virtual que otra cosa. Me río de filias y fobias y hago un programa para toda España. -¿Sigue pensando que no hay humor de derechas? -Yo creo que la derecha no tiene sentido del humor. Lo dije un día y alguien se enfadó. Pero es que es verdad. La derecha se encuentra tan hipercrítica actualmente que la ironía no encaja en su plan.