Cerrar

| Reportaje | Un músico olvidado |

Pedro Blanco, un músico leonés de corta vida

Hijos y nietos de Rogelio Villar, Evaristo F. Blanco, Pedro Blanco, Odón Alonso y Fernando López asisten hoy al concierto

Pedro Blanco

Publicado por
M. A. Nepomuceno - león
León

Creado:

Actualizado:

Tal vez la figura menos conocida de los cinco músicos leoneses sea Pedro Buenaventura Santiago Blanco López, que nació en la calle de Fernando Regueral (antes de las Catalinas, nº 7) el 14 de julio de 1883 y falleció de tuberculosis en Oporto el 1 de mayo de 1919, con apenas 36 años y un importante legado musical. La pista de este insigne compositor nos llegó de la mano del músico y director del Auditorio Ciudad de León, Daniel Sanz, cuando hace unos años encontró en el fondo de un aparador adquirido a un anticuario unas partituras. Estas llevaban por firma la de Pedro Blanco. Siguiendo la pista encontró por fin a toda la familia del músico viviendo en Portugal y tras ponerse en contacto con ella le facilitaron todo el material pentagramado así como los trabajos realizados en torno a la figura del autor leonés. Nos confirma el propio Sanz como anécdota y entronque curioso con Evaristo, que el padre de Pedro Blanco, Mateo Blanco del Río, astorgano de nacimiento lo mismo que su abuelo y músico también, fue maestro por breve tiempo de Evaristo, con lo que se cierra un importante apartado de músicos astorganos del siglo XIX. Diario de León se ha puesto al habla con el nieto de Pedro Blanco, José Abreu, que estará en León para este homenaje y nos ha dejado una breve semblanza de su abuelo. «Mi abuelo tuvo siempre una inclinación especial por la música y cuando a finales del siglo XIX recibió una beca de la Diputación de León para estudiar en el Real Conservatorio de Madrid se le abrieron las puertas, ya que allí obtuvo el primer premio de piano, en junio de 1902». Recuerda que sus profesores fueron nada menos que Felipe Pedrell, André Monge y Juan Cantón Francés. Su primera composición editada de la que se tiene noticia fue un pasodoble para una corrida el 9 de julio de 1905 en Oporto. «Pronto -continua su nieto- Pedro Blanco inició una carrera como concertista de piano, por España, Francia y Portugal, bien como solista o integrado en agrupamientos de cámara, como en los del casino de Espinho y de lo club Fenianos en lo Porto. Este concierto de piano que hoy escucharemos fue interpretado por última vez en 1918 por lo que pienso sinceramente que este es como si fuera su estreno. Para toda la familia de Pedro Blanco, oír su obra musical, que estuve guardada en gavetas casi 90 años, es realmente un sueño. No es sencillo reflejar en palabras la sensación de poder escuchar su obra musical además en León, donde nació. Es de una grande emoción, como si Pedro Blanco recomenzase su actividad. En junio del 2004 fue la inolvidable audición de la suite orquestada de Hispania en el Auditorio de la Ciudad de León. Éste año de 2007 el Festival de Música Española de León va a trabajar en la grabación de un doble CD con casi toda la obra para piano solo, piano y canto y el Romance y Zambra Andaluza. Asimismo, el pianista Alfonso Gómez, que actualmente reside en Alemania, está incluyendo alguna obra de Pedro Blanco en sus recitales. Por suerte, las musicólogas Bárbara Villalobos y Maria João Lima han hecho un completo y óptimo trabajo de catalogación de todo el legado de Pedro Blanco. La Fundación Juan March se ofreció a custodiar todo el legado en su Biblioteca de Música Española Contemporánea para ponerlo a disposición de los investigadores e intérpretes. Los trazos más fuertes de mi abuelo y que perduraran hasta nuestra generación era su romanticismo y nacionalismo».