Alertan de que traficantes alemanes de arte preparan un robo en Escalada

El presidente de Promonumenta, Agustín Suárez, ha denunciado que hay constancia de que en las últimas semanas un grupo de traficantes de arte alemanes acuden a San Miguel de Escalada con inusitada frecuencia. Y no son los únicos. Son muchos los que alertan de que en los últimos días es frecuente ver coches sospechosos junto al monasterio a horas poco usuales. La situación de desprotección que sufre el patrimonio de la provincia se acentúa de manera peligrosa en el monasterio mozárabe. Y es que el arco geminado del templo, una pieza única en el mundo, podría ser robada por los amigos de lo ajeno en un tiempo récord debido a la ausencia de protección policial, a la facilidad para extraer este tesoro, y al hecho de que el monumento permanece cerrado y, por lo tanto, sin supervisión durante dos días y medio a la semana: domingos por la tarde, lunes y martes. Diario de León ha podido saber que el año pasado se entregó a la Junta un informe con el peligro que corría el monasterio, informe al que, de momento, no se ha dado contestación alguna. Responsabilidad Por el contrario, tanto desde la Junta como desde la Subdelegación del Gobierno se hacen oídos sordos al problema. La delegación del ejecutivo autonómico (responsable de que el monumento permanezca cerrado durante casi tres días por semana) asegura que la responsabilidad recae en la Guardia Civil y el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, explica que sólo ampliarían la vigilancia en el caso de que tuvieran constancia de que el templo corre peligro. Hay que recordar que la Constitución establece de manera clara que el Estado tiene competencia exclusiva, ente otras materias, sobre la defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental español contra la exportación y la expoliación. El hecho cierto es que San Miguel de Escalada se encuentra en una situación de desprotección total. Al hecho de que se encuentra separado del pueblo se une la ausencia de luz, lo que supone una clara ventaja para los posibles ladrones. A todo esto hay que añadir los robos que durante los últimos meses se han producido en la provincia. En las últimas tres semanas han desaparecido la lápida fundacional de la ermita de la Santa Cruz en Montes de Valdueza, la talla de San Luis Rey de Francia del templo de Cariseda, en el valle de Fornela, y varias tallas y un cáliz (este mismo lunes) en la iglesia de Yebra. A pesar de que la Subdelegación del Gobierno no tenga constancia, León ha sido siempre una de las provincias preferidas por los ladrones del patrimonio. Uno de los casos más famosos fue el de Erik van den Verghe, más conocido como Erik el belga. Hoy rehabilitado, Van den Verghe fue, durante los años ochenta, el terror de las iglesias de la provincia durante muchos años. Erik el belga expolió los templos leoneses, llevándose de manera impune tallas góticas que luego vendía sin problemas entre coleccionistas de toda Europa. Él mismo aseguraba no hace mucho que era capaz de montar todo el pórtico de San Miguel en la plaza de Santo Domingo sin correr el riesgo de ser pillado in fraganti. E n este sentido, desde Promonumenta se alerta de que el estado del arco geminado de San Miguel, uno de los elementos del monasterio que más peligro corre, hace que el robo sea mucho más sencillo de lo que se cree. Asimismo, se hace hincapié en el hecho de que la venta de esta pieza podría haberse cerrado ya, con lo que su rescate sería prácticamente imposible.