El Reina Sofía expone «Lo(s) Cinético(s)», arte que se mueve

El museo Reina Sofía organiza cada año dos o tres exposiciones estelares, eventos que por la dificultad en conseguir los préstamos o por la importancia de las piezas se convierten en excepcionales. Una de estas exposiciones exclusivas, que estará abierta al público hasta el 20 de agosto, lleva por título Lo(s) Cinético(s) . Se trata de 80 obras realizadas desde finales del siglo XIX hasta 2006 y en la que intervienen 45 artistas españoles y extranjeros. «Algunas piezas proceden de los museos más importantes del mundo y es la primera vez que se exhiben en nuestro país», aseguró el comisario, Osbel Suárez. ¿Qué es el arte cinético? En una de las paredes, al comienzo del recorrido, hay un texto que intenta explicarlo. «El movimiento, la velocidad como referencia de la modernidad y la máquina como símbolo del progreso tecnológico estuvieron presentes desde los inicios del discurso artístico de la vanguardia». El visitante, a la entrada, se topa con una de las piezas más originales. La firma Rebecca Horn. Son doce pinceles que se abren muy lentamente hasta adquirir la forma de un abanico. «Todo lo que hay aquí está relacionadas con el movimiento y la ilusión óptica», explicó Osbel Suárez. «El arte cinético es, en definitiva, una estudio de la percepción, un diálogo entre la realidad y la forma que tenemos de percibirla». Iberoamérica Pinturas, objetos animados, cromatografías, calotipos, serigrafías, impresiones digitales y películas forman el grueso de una muestra en la figuran, entre otros, los nombres de Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Man Ray, Alexander Calder y Jean Tinguely. De este último es la pieza 'Dernier collaboration avec Yves Klein' (1988), una de las más espectaculares y atrevidas de la exposición. Realizada con materiales de diversa procedencia (remos, poleas, antenas, ventiladores), y engranajes imposibles, el artilugio -al pulsarse un botón- comienza a moverse y a emitir sonidos de animal prehistórico. La muestra desmantela la visión eurocéntrica del arte del siglo XX y reivindica el papel de Iberoamérica. «Desde aquellos países salieron obras pioneras que, al no proceder de París, Londres, Austria o Alemania, no tuvieron el reconocimiento que merecían», puntualizó el comisario de la exposición.