OPINIÓN
¿Fundación Siglo o fundación sigilo?
«HE VISTO cosas que vosotros no creeríais: naves arder más allá de Orión, cerca de la puerta de Tanhäusser». Naves que se llevan los dineros que la Junta, desde su Fundación Siglo, tenía destinadas a las ayudas a la música en distintas ciudades de la comunidad. Pero todos esos dineros se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia... Se está olvidando un cosa muy elemental y es que la cultura no se impone a base de talonario, sino que los propios ciudadanos la demandan con arreglo a sus necesidades y conocimientos, y eso sólo se consigue a base de años y costumbre. Tradición, en una palabra. A tenor de lo expuesto todo hace pensar que a los señores responsables de la Fundación Siglo les molesta y mucho que en otras ciudades que no sea la capital del Pisuerga se hagan eventos que ellos no controlan y niegan el pan y el agua a iniciativas privadas, no sólo no ayudándolas como hacía hasta hace poco, sino contraprogramando con el único fin de yugular cualquier iniciativa que escape a su control. Todos sabemos que uno de los males de nuestra comunidad es que la empresa privada aún no está concienciada de la necesidad de su aportación a la cultura de su entorno, de lo único que está concienciada es de obtener beneficios fáciles aquí para después invertirlos fuera; de ahí que, por desgracia, muchas de estas iniciativas promovidas por pequeñas asociaciones sigan dependiendo en buena parte de las ayudas públicas, quienes, por otro lado, tienen la obligación de fomentar y alentar la cultura. Creemos que no se utiliza la cultura para beneficio y engrandecimiento del pueblo sino para el enriquecimiento de unos pocos. Por esta razón, mantenemos que lo que la Junta está haciendo es aniquilar de plano lo que ha costado lustros de esfuerzo crear, mantener y sustentar. Si hoy día la cultura y en concreto la música son valores el alza se debe precisamente a ellos. Por eso, constituye un desprecio flagrante el que se les dé la espalda sin ningún miramiento, ya que si ahora estos responsables pueden presumir de levantar inmensos edificios dedicados a la cultura y hasta vivir de ella es gracias a esas pequeñas iniciativas que aquí y allá han sabido mover a esas masas con las que ustedes juegan y presumen a la hora de llenar edificios.