Los rojos no usaban sombrero

Pu blicidad e ideología estaban íntimamente unidos en la época franquista. Así, no es extraño que la pujanza y prosperidad de unos grandes almacenes se representase con el brazo en alto, que una marca de anís se identificara con una escuadrilla de aviones de combate o que los trastornos nerviosos se asociaran a las mujeres (el hombre no podía mostrar la más mínima debilidad, ni siquiera en el vestir ). A este respecto, un avispado comerciante de la calle Montera lanzó el eslogan Los rojos no usaban sombrero , un reclamo que hizo fortuna y con el que aumentó notablemente las ventas. Alrededor de 270 piezas (entre carteles, emblemas, diseño gráfico y anuncios publicitarios) pueden contemplarse en Posguerra, propaganda y publicidad en España. 1939-1959 , una muestra que se inauguró este viernes en el Círculo de Bellas Artes y que estará abierta al público hasta finales de mayo. «No hay que hacer un ejercicio de nostalgia sino un examen de conciencia», dijo el director de esta institución, Juan Barja. En todos los aparatados quedan reflejados los valores que se apreciaban en el hombre, el confinamiento de la mujer (dedicada casi exclusivamente a las tareas domésticas y al cuidado de los hijos), la fuerza de la religión, la desigualdad de clases o esa incipiente sociedad de consumo que empezaba a despuntar a finales de los años cincuenta. «La censura estaba más pendiente de los libros, las revistas y el cine que de la publicidad; aquí el escrutinio era menos severo», dijo la historiadora y comisaria de la muestra, Susana Sueiro.