«El único antídoto que existe contra la diferencia de clases, aunque peligroso, es la revolución»
Gamoneda: «Si España estuviera aislada esto sería un preámbulo de guerra civil»
El poeta leonés recoge el próximo 23 de abril el Premio Cervantes de manos del Rey Su di
El poeta Antonio Gamoneda, que el 23 de abril recogerá el Premio Cervantes, considera que si España «estuviera en una situación de aislamiento nacionalizado, estaríamos casi en algo parecido al preámbulo de una guerra civil», escenario que, pese a todo, descarta gracias a factores como la democracia y los intereses económicos del mundo globalizado. En una entrevista concedida a la agencia Efe, Gamoneda sostuvo que la crispación que en los últimos tiempos sufre la vida política nacional y su traslación al conjunto de la sociedad «no es una tormenta en un vaso de agua». «Es un problema que, en otras circunstancias y si no se diese la inevitable intervención de las causas internacionalizadas, si estuviéramos en una situación de aislamiento nacionalizado, estaríamos casi en algo parecido al preámbulo de una guerra civil», señaló. No obstante, puntualizó que, en su opinión, «eso no va a ocurrir, porque la democracia, aunque imperfecta, no se da solamente en términos localizados, sino en bloques internacionales en los cuales -tengo la sensación- no interesaría eso». Sociedad desideologizada La «práctica disolución de las ideologías» es, según el poeta, otro fenómeno histórico actual que aleja la posibilidad de un conflicto bélico como el de 1936, puesto que «el consumismo ha sustituido a las ideologías y el consumismo no es ni de izquierdas ni de derechas». «Hoy en día siguen existiendo dos Españas, pero están atenuadas y configuradas residualmente», reflexionó Gamoneda, quien sostuvo que hay «gente rica y gente pobre, hay explotadores y explotados, pero incluso los explotados tienen calefacción, toman el café y no pasan hambre, salvo caso extremos». Para el autor de Libro del frío y Descripción de la mentira , este «vaciamiento ideológico» también ha propiciado una mayor individualización de la sociedad española, lo cual impide igualmente que «puedan configurarse bloques que pudieran ser beligerantes». Pese a todo, se mostró escéptico acerca de una posible solución para que, en generaciones venideras, desaparezca definitivamente el concepto de «las dos Españas» y la confrontación de clases sociales, puesto que, «precisamente, el estado constitucional de países como el nuestro hace difícil el único antídoto real, aunque peligroso, que existe, que es la revolución». Frente a este escenario, Gamoneda incidió en que las mayores y más preocupantes tensiones de la actualidad se traducen en la «confrontación violenta de los países occidentales y los países islámicos, en cuyo fondo se encuentran los intereses monetarios y el dato económico petrolífero». Al hilo de estas reflexiones, el autor reconoció su interés por las problemáticas sociales de su entorno, dado que todo ser humano, «incluido el poeta, se realiza en la colectividad», y admite su posible influencia en su obra, «aunque nunca de una manera informativa, porque para eso ya están los periodistas». Gamoneda reivindicó, precisamente, la poesía y la literatura en general como medio creativo frente a otros soportes de expresión artística, como las vinculadas a las emergentes nuevas tecnologías. «No hay un lectura igual a otra; hay un corpus narrativo en el que se trata de proporcionar la imagen de, por ejemplo, una mujer o un paisaje y ningún lector verá la misma mujer o el mismo paisaje, lo cual hace que él también sea un creador. En esos otros medios, se lo dan todo hecho y no hay participación creativa», según Gamoneda. Poesía actual y desinterés A pesar de defender la vigencia de la poesía, «que tiene una parroquia pequeña, pero fiel», el poeta leonés confesó la falta de interés que, en líneas generales, mantiene con respecto a la escena poética contemporánea española salvo algunas excepciones, más numerosas en lengua gallega y catalana. «En España es mayoritaria una poesía que, incluso cargada a veces de buena voluntad social, es reaccionaria por la naturaleza de su pensamiento y de su lenguaje poéticos», opinó Antonio Gamoneda, quien atribuyó este hecho a que «se utiliza el mismo lenguaje que emplea el poder: un realismo desmedulado que, en rigor, consiste en el abandono de la tradición verdadera». LA FRASE«El consumismo, que no es ni de izquierdas ni de derechas, ha sustituido a las ideologías» ANTONIO GAMONEDA Poeta