Actor
«Quería ser recordado por Mauri, no por una copia»
El actor será un profesor idealista en «El internado», serie de suspense y emoción que estrenará en mayo en Antena 3
Luis Merlo reconoce que rechazó participar en la comedia La que se avecina, heredera de Aquí no hay quien viva, porque el papel que le asignaban en la serie de Telecinco era una copia de Mauri, un personaje que caló en la audiencia. Este actor de larga saga que escogió el teatro como vocación quería distanciarse un tiempo de la pequeña pantalla y se ciñó a su trabajo en la escena -sigue representando la obra Gorda-, pero a renglón seguido le ofrecieron interpretar al protagonista de El internado, serie que estrenará en mayo Antena 3. Seducido por una ficción novedosa que mezcla suspense y emoción, se volcó en este nuevo título producido por Globomedia de fuerte inversión, en cuyo reparto también estará Amparo Baró. Con la nueva apuesta espera dejar atrás a Mauri «porque habría estado atrapado toda la vida a él, como ocurrió con Chanquete». -Cambiar de registro puede ser bueno para un actor, pero también significa un riesgo cuando se ha interpretado un papel tan popular como el de «Aquí no hay quien viva»... -Los que oficiamos lo que otros inventan pretendemos tener una carrera rica, que significa eso, correr el riesgo de no quedar envarados en un personaje y tratar de hacer otros distintos. Yo pienso más en la conveniencia artística que en la comercial. Y por fin hago de un hombre de mi edad, de 40 años, un profesor que tiene un compromiso con la enseñanza, y yo creo que hay que apoyar a los que vienen detrás. Me siento muy identificado con este personaje, Hector, director del internado, un hombre idealista que cree que en lo que hace, que antepone a sus conflictos personales a un compromiso con unos chicos que, en la mayoría de los casos, tienen una carencia afectiva porque sus padres son millonarios que «aparcan» a sus hijos en la residencia. -Mauri también le ha debido de dar muchas satisfacciones porque fue un personaje al que el público tomó cariño. -Es el personaje que más me ha dado en repercusión. Hay dos papeles en mi carrera, el primero fue Calígula en el teatro, porque me proporcionó el reconocimiento profesional, y el otro Mauri, que me aportó la popularidad. Lógicamente, no quería quedarme en esos dos personajes. Agradezco que quisieran contar conmigo para el nuevo proyecto pero llega un momento en que el intérprete tiene que pasar página para afrontar nuevos retos. -¿Se hubiera quedado en «Aquí no hay quien viva» de continuar la serie en Antena 3? -Yo creo que sí. Pero con toda la transformación ( La que se avecina ) me convertía en otro personaje, y yo quería ser recordado por Mauri, no por una copia de él. Decidí no formar parte del nuevo proyecto y al poco tiempo me llamó Luis San Narciso para El internado. -Las estrategias del mercado han provocado que una serie («Aquí no hay quien viva» de Antena 3) desemboque en otra y cambie de cadena. ¿Qué opina de esos movimientos? -Es algo que se escapa a los actores. En televisión se mueve tanto dinero a través de tantas manos que a veces se olvidan que nuestro trabajo lo hacemos para que lo vea el público. Parece que en ocasiones el público es lo menos importante en televisión porque lo que cuenta es cargarse al contrario. Nos olvidamos de lo fundamental, que es darle placer al espectador. -¿Interpretar un papel popular en televisión arrastra público a sus funciones de teatro? -Yo creo que sí. Todo ayuda siempre que nuestro trabajo teatral lo hagamos desde la humildad, porque la soberbia del éxito es malísima. -Otro actor vocacional del teatro, José María Pou, comenta que se ha producido un renacimiento en la escena porque el cine se ve en casa y el público va a las salas a ver espectáculos en vivo... -Un actor que ha muerto antes del estreno de un largometraje puede ser protagonista de una película, algo que ya ha pasado. Sin embargo, el poder del directo y del ahora, la energía del público cuando estás en escena cada día tiene más relevancia. Curiosamente Internet ayuda a conseguir entradas para el teatro más baratas. Desde pequeño he oído decir que el teatro está en crisis, y yo creo que es el mundo entero lo que está en crisis. Hay menos crisis en el teatro que en el debate político actual.