Una comisión gestora dirigirá la asociación Pro Monumenta

La activa asociación cultural Pro Monumenta vive días de cambio. Este pasado viernes, durante la celebración de la asamblea general ordinaria y extraordinaria en el transcurso de la cual se había de elegir nueva junta directiva, el anterior equipo directivo -presidido por Agustín Suárez- presentó su dimisión de manera irrevocable. Se da el caso de que esa misma junta era la única candidatura que concurría a las elecciones «al no haber sido presentada la otra en los plazos establecidos», según informaron algunas fuentes de la asociación. No obstante, ante el rumbo tomado por el debate (que se prolongó por espacio de cuatro horas y media) y para no profundizar, según Suárez, «en la brecha abierta» en el seno de la citada entidad, la anterior junta directiva decidió presentar su dimisión. Ahora, los estatutos de Pro Monumenta prevén que una comisión gestora -formada por personas designadas de modo automático- se encargue de dirigir la agrupación, al menos, durante los próximos treinta días, plazo tras el cual se volverán a celebrar elecciones para designar junta directiva. Agustín Suárez, quien llevaba siete años en el cargo de presidente, ha declarado que no se presentará de nuevo a estas elecciones. Trabajando desde 1992 La asociación de amigos del patrimonio cultural de León Pro Monumenta se creó en el año 1992. Su creación, según reza la información institucional de su página web, «no fue más que un fenómeno sintomático del protagonismo creciente que la sociedad estaba adquiriendo al margen de los poderes públicos». Su objetivo esencial es la divulgación, conservación y defensa del legado cultural leonés «como suma de nuestra geografía, costumbres, arte e Historia. Por ello, y teniendo en cuenta que la herencia cultural es la puerta para un prometedor futuro y la base de nuestra dignidad, esperamos la colaboración de todos los ciudadanos». Asociación sin ánimo de lucro, ha venido realizado numerosas campañas no sólo de trabajo sobre el terreno (limpieza de parajes arqueológicos, hacenderas, viajes), sino también de concienciación sobre el mal estado de gran cantidad de elementos culturales (además de monumentales, también etnográficos y lingüísticos), denuncias ante las instituciones públicas por su pasividad en estos temas y actividades de divulgación y conocimiento de la historia leonesa.