«Creo que las series de suspense serán un terreno fértil en el futuro»

La ficción española ha creado industria en los últimos diez años y sigue siendo la oferta televisiva que mayor éxito de audiencia. El hecho de que se produzcan fracasos en algunos títulos de reciente estreno tiene que ver con la competitividad de las cadenas y la entrada de nuevos operadores, pero también con la selectividad del público, que cada vez es más exigente. Así lo estima un experto en el sector, el italiano Alberto Carullo, director de antena de Telecinco, un profesional formado en el grupo Mediaset que es uno de los artífices de la solidez de la cadena en este apartado, con títulos asentados como Hospital central, Los Serrano, El comisario, Aída o Camera café. Carullo, que trabaja en dos nuevas producciones para la próxima temporada de septiembre, cree que el suspense es el terreno menos explorado en la ficción española y una especialidad a potenciar. -¿La ficción española ha crecido o estamos dando vueltas sobre lo mismo? -Claro que ha ido creciendo. Cuando estás en el día a día tal vez pierdes la visión general. Es verdad que hace unos años casi todo lo que se emitía funcionaba y ahora hay una criba importante. Pero eso no quita que la ficción siga siendo un género fuerte y en evolución, aunque ésta no se puede medir en un plazo corto. Cada uno o dos años vemos la entrada de algún título que abre un poco el camino. En las últimas temporadas hemos visto series de tipologías diferentes, como Amar en tiempos revueltos , de corte histórico, o la adaptación de una comedia romántica como Yo soy Bea . Son nuevas formas de abordar la ficción diaria, productos potentes. -¿Y cual es el siguiente escalón que tiene que subir la ficción española? -Creo que el suspense es un género todavía poco explorado. Nosotros ya tuvimos éxito con Motivos personales pero será un terreno fértil en el futuro. También está poco abordada la combinación y mezcla de géneros. Esas son nuevas oportunidades para ampliar la producción. -Hace unos diez años el precio por capítulo de cada serie eran unos 50 millones de las antiguas pesetas. ¿Ha subido su coste? ¿Se invierte más? -No se puede precisar tanto el coste unitario. Seguramente las televisiones en su conjunto invierten más en ficción y el éxito se paga al final, pero tampoco el precio se ha disparado. Otra cosa es la renovación de series de éxito, que sí supone una subida. -No es fácil que las nuevas series triunfen. Muchos estrenos fracasan y se mantienen los títulos más veteranos... -Ocurre en general en todo el sector audiovisual. Hay mayor exigencia del público, y la multiplicación de canales hace más competitivo el mercado. El espectador sentencia ahora series más rápidamente que en el pasado y no da muchas opciones a que la cadena pueda corregir. -Ha pasado con series de una calidad cinematográfica, como «Vientos de agua», dirigida por Juan José Campanella, que fracasó a pesar del esfuerzo económico y artístico. ¿Qué ocurrió? -Posiblemente era un proyecto más cinematográfico que de televisión, un producto de factura extraordinaria, de gran calidad. La interpretación que hemos hecho en la cadena es que quizá era para un público más minoritario. Tal vez su tiempo narrativo o la temática lo alejaran de lo que una mayoría del público quiere ver en televisión. -Quizá el público opta más, en general, por ofertas entretenidas... -Uno de los criterios que se tiene en cuenta es que las series sean accesibles, que no requieran un gran esfuerzo o demasiada concentración para el público general.