Hacer las cosas con arte

Varias cosas quedaron claras en la presentación, ayer, de la revista Cuadernos de arquitectura , cuyo primer número está dedicado a la Cabrera. La más importante, que para rehabilitar bien las casas típicas, para luchar contra el extendidísimo feísmo arquitectónico que está llenando nuestros pueblos de verdaderos espantos urbanísticos, es necesario conocer a fondo la arquitectura tradicional leonesa. Y uno de los que mejor la conocen es el arquitecto José Luis García Grinda, autor de dos grandes libros sobre la misma encargados por la Diputación en los años ochenta. García Grinda es el autor de estos estudios que saldrán, se prevé, a razón de dos títulos por año. Hizo hincapié este profesional en el hecho de que en la revista (que se pondrá a la venta y se distribuirá ampliamente por ayuntamientos y casas de cultura) se ofrece no sólo abundante información sobre cómo es la arquitectura cabreiresa (elementos, técnicas constructivas, materiales, ornamentación...) sino, muy especialmente, todo tipo de ideas, consejos y soluciones prácticas a los problemas que se plantean cuando los ciudadanos normales y corrientes quieren o bien rehabilitar sus hogares tradicionales o bien construir unos nuevos con arreglo a los perfiles de siempre. Persuadir, convencer Aunque estas directrices no son «vinculantes», no obligan -pues eso es menester de cada ayuntamiento y de sus normas urbanísticas-, García Grinda cree que, más allá de la obligaciones y las leyes, hay que persuadir, convencer a los habitantes de cada pueblo del beneficio que tiene el no destruir los teitos , las casas de patín o los payares colmaos puesto que perfectamente se puede dar un equilibrio entre éstos y la comodidad de las viviendas modernas. «Se suelen convencer cuando ven que en estas casas rehabilitadas, que por fuera tienen todo el aspecto tradicional, dentro hay calefacción, ducha, etc.», comentaba la etnógrafa Concha Casado, una de las impulsoras del proyecto, también presente en el acto junto al presidente de la Diputación, Javier García-Prieto y representantes del Servicio de Asistencia a Municipios y del Instituto Leonés de Cultura, instituciones artífices de este proyecto. Otra de las cosas que quedaron bien claras es que los edificios reconstruidos han de tener «una utilidad práctica, real», que no sean cáscaras vacías. Grinda dijo que, por primera vez mientras recorría todos los pueblos cabreireses, vio a gente de fuera que estaba interesada en comprar casas precisamente para arreglarlas. El próximo número estará dedicado a la montaña occidental (Laciana, Babia, Omaña y Alto Sil), y el siguiente a la montaña central.