OPINIÓN
Gracias, presidente
DE BIEN NACIDOS es ser agradecidos. Esa es la razón que me mueve, como alcaldesa de Mansilla de las Mulas, a escribir unas líneas en las que por encima de todo quiero dejar patente el agradecimiento de todos los vecinos en general y el mío en particular al presidente de la Diputación. Ha sido Javier García-Prieto el artífice de que el Museo Etnográfico de León se ubique aquí, en el Convento de San Agustín, y no en otros escenarios donde ya cuentan con suficientes recursos. Esta jornada de puertas abiertas ha servido para que los ciudadanos hayan podido observar un proyecto que está prácticamente ejecutado, que no es una entelequia, es real, y como tal se inaugurará próximamente. Este museo, financiado casi en su totalidad por la Diputación, debe convertirse en un punto de referencia del Camino de Santiago, donde se mezclen el pasado con el presente sin olvidar un futuro esperanzador. Que nadie crea que olvido a todos los que, de alguna manera, están ayudando a la puesta en marcha de esta gran obra, ya sea desde las arterias por las que fluye el devenir político de cada día o los que circulan por los atajos más cotidianos de la vida. A todos gracias por el apoyo recibido. Sería injusta si olvidara a Caja España y a dos de sus presidentes, el anterior, Victorino González y el actual, Santos Llamas, por su respaldo financiero, pero, insisto, fue el presidente de la Diputación quien desde un principio apostó sin titubeos por Mansilla. Podía alardear de otros logros durante estos cuatro años. La guardería municipal, la biblioteca, la banda de música, la reforma de la Casa de Cultura o la adjudicación del polígono industrial, sobre el que tantas ilusiones hemos depositado, pero hoy toca hablar del museo y de un político con nombre y apellidos al que vuelvo a manifestar el profundo agradecimiento de cuantos convivimos por estas tierras. Quizá fue ese conocimiento de las necesidades que tenemos el que le llevó a tomar una decisión que celebró por todo lo alto la corporación que me digno presidir. Gracias, presidente...