El segundo asalto de Michael Moore contra Washington se llama «Sicko»
El polémico cineasta Michael Moore está dispuesto a la lucha, listo para mostrar su nuevo documental, Sicko , sin importarle que el Gobierno de EE.UU. le investigue por el viaje a Cuba que hizo para realizarlo. «Los esfuerzos del Gobierno de Bush para dirigir una investigación políticamente motivada contra Michael Moore y 'Sicko' no nos detendrán a la hora de asegurarnos de que el pueblo estadounidense ve la película», es la respuesta del equipo del documentalista a su contrincante en esta pelea. Tan conocido por su obra, desde Bowling for Columbine (2002) a Fahrenheit 9/1 » (2004), como por sus golpes de efecto, el nombre de Moore siempre llega rodeado por la polémica. Los ataques suelen ser tan duros, ya sean personales o artísticos, que una vez más Moore cuenta con la asesoría del estratega político Chris Lehane para el estreno de su nueva bomba. Pero en esta ocasión los ataques los lidera una investigación oficial. El departamento del Tesoro de EE.UU. le envió una carta el pasado 2 de mayo donde le informa de que el Gobierno estadounidense nunca le dio permiso para saltarse el embargo que existe contra Cuba. Duelo con el Tesoro El documento firmado por Dale Thompson, jefe de la oficina de Control de Bienes Extranjeros del departamento del Tesoro, conmina al realizador a facilitar una serie de datos sobre el viaje que realizó a Cuba en febrero y le recuerda que las violaciones están penadas «por lo civil y/o lo criminal». «La respuesta de Moore, que estrena su nuevo documental el próximo 19 de mayo en Cannes, ha sido tan rápida como pública y contundente. Sin hacer de la investigación un secreto, el realizador tiene el documento a la vista de todos en su sitio en internet www.michaelmoore.com. Y en su respuesta, que firma la productora de Sicko, Meghan O'Hara, planta cara. «El presidente Bush y su Gobierno deberían gastar su tiempo intentando ayudar a estos héroes para que reciban la asistencia sanitaria que necesitan, en lugar de abusar de su poder legal para su agenda política», dice la respuesta. Los «héroes» a los que hace referencia son los diez trabajadores en las labores de rescate del 11-S que Moore llevó en su viaje a Cuba para que recibieran asistencia sanitaria.