El Museo de León inicia hoy un programa que combina la música con las conferencias artísticas
El Museo de León pone en marcha desde hoy u na iniciativa con la que trata de habituar a los leoneses a acercarse y comprender qué es una obra de arte, por qué se considera como tal, cómo puede interpretarse y de qué manera podemos relacionarnos y enfrentarnos a ella. Musiqueo; Tardes de música en el museo es un proyecto doble, que engloba por un lado un ciclo de cuatro conferencias impartidas por Luis Grau, director del museo, y por otro un programa de conciertos cuyos temas harán alusión a las épocas abordadas en las charlas. El plan se desarrollará durante los próximos cuatro jueves, comenzando hoy mismo y con la clausura el próximo siete de junio. Durante estas cuatro tardes los asistentes podrán adentrarse en las claves de la música y el arte medieval, barroco, clásico y romántico y conocerán los secretos de una obra en particular. Hoy (día dedicado a la Edad Media), Luis Grau explicará los pormenores de El Martirio de Santa Catalina , una tabla del siglo XIV, la jornada del próximo jueves girará en torno al barroco y la pieza elegida será una copia de Ribera del siglo XVII, un óleo sobre lienzo que representa a San Jerónimo. El 31 de mayo, el director del Museo ofrecerá la conferencia acerca de un boceto para la Bóveda del comedor de gala del Palacio Real, mientras que el último día el colofón lo pondrá un estudio sobre el romanticismo en el que Grau comparará dos lienzos sobre un mismo tema. Estos encuentros culturales serán totalmente gratuitos. Además, y con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos, la entrada, tanto a Pallarés como a la sede de San Marcos, será libre hasta el día 25 de mayo. Luis Grau explica que en el Museo de León han querido convocar a la música con el fin de que acompañe a las imágenes con una propuesta que combine la mirada sobre obras expuestas en él con una audición que permita escuchar el rumor de las épocas en que fueron concebidas. «Música y museo son dos palabras con una raíz común, que evoca la intermediación de las musas», destaca. El director del centro artístico lamenta que, sin embargo, los museos suelen dedicar poco espacio a una de las artes más esenciales de la condición humana, sea por el carácter inasible de la música, por su estricta temporalidad, sea por su constante actualización, por la necesidad de un intérprete que dé sentido nuevo a viejos contenidos. «Los museos, en términos generales se llenan con otros lenguajes, pero, en ocasiones, las artes visuales padecen en ellos un despojamiento que convierte su presencia en el testimonio de una desolación», medita.