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La filóloga defiende la protección de la tradición oral de esta localidad

Premian una investigación sobre el patrimonio intangible de León

La burgalesa Marta Nistal realiza un estudio sobre la oralidad del pueblo de Villamuñío

La estudiosa Marta Nistal recibe el premio hoy en Salamanca

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p. a. | burgos
León

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Asegura Marta Nistal que no hay que acudir a ningún país africano para hacer bueno el dicho donde se asegura que cuando un abuelo se muere desaparece una biblioteca. Sus informantes, Castor Portugués o Luciana Prieto, que le descubrieron canciones, dichos, refranes y pastoradas, ya no viven. Sin embargo, buena parte de sus saberes fueron rescatados por esta profesora de Lengua y Literatura en un instituto de Puerto de la Cruz, en Fuerteventura. Nistal ha dedicado los últimos diez años a investigar «la impresionante riqueza cultural oral» de una pequeña localidad leonesa, Villamuñío. El resultado fue una tesis doctoral titulada Manifestaciones de la literatura oral en Villamuñio (León). Un micromundo de la oralidad viva a principios del tercer milenio con la que obtuvo la máxima calificación académica y el II Premio Internacional de Investigación Etnográfica Ángel Carril, que recibirá hoy viernes en Salamanca. El galardón lo patrocina la Diputación Provincial y tiene carácter bianual. Está dotado con 12.500 euros y la publicación de la obra. Aunque esta filóloga nació en Burgos, toda su familia desciende este municipio de apenas 350 habitantes, muy cerca de Sahagún de Campos, donde pasó muchos veranos de su infancia. «Mi padre fue mi primer informante, él me transmitió el interés por la cultura oral, enseñándome romances y chascarrillos que le habían enseñado». Aparentemente, este pequeño pueblo «carece de elementos orales destacables», apunta esta estudiosa de las tradiciones, pero cuando comenzó a indagar descubrió que atesora una «impresionante riqueza cultural y que, hasta ahora, era totalmente desconocida». Los resultados dan cuenta de la envergadura de la indagación antropológica que se prolongó durante una década. Nistal recolectó 1.205 documentos orales, repartidos en 980 temas diferentes. Más de 300 refranes, 231 canciones de amor y una cifra superior a los cien romances. La etnógrafa, con este trabajo de investigación, certificó «el precario estado de salud de la literatura de tradición oral». Sus aportaciones adquieren mayor valor porque ha querido «contribuir a rescatar y revalorizar este admirable legado de los leoneses: El patrimonio intangible». Defiende Nistal que en Villamuñío, como en otras muchas localidades de Castilla y León, «aún existe un micromundo de la oralidad viva» y alerta de que «hay que protegerlo, porque puede dejar de existir sin que nos demos cuenta». Estos materiales son una propiedad colectiva, una realidad cercana y familiar y a la vez universal, perteneciente a un pueblo que «se siente orgulloso de unos conocimientos atesorados con cariño en su memoria», sobre los que se han construido las vidas de muchas generaciones y que corre el riesgo de desaparecer.