Los asesinos en serie entran en las pantallas de Cannes

Fiel a la tradición de combinar el más moderno cine de autor con las operaciones comerciales más llamativas de Hollywood, este jueves llegó a Cannes Zodiac , película que en Estados Unidos se estrenó el pasado marzo y estos días lo hace en las pantallas europeas. En España se estrena este mismo vienes en más de 300 pantallas, por lo que la operación comercial a la Warner, productora del filme, le ha salido perfecta, con promoción asegurada y páginas gratis en los medios de comunicación invirtiendo lo mínimo en publicidad. Pero ¿es 'Zodiac' una película digna de estar en la competición del festival más importante del mundo? La respuesta sería positiva desde una perspectiva exclusivamente cinematográfica, pero negativa por el despliegue utilizado por la Warner, tomando el certamen como una finca particular, reservando la primera fila de la sala de conferencias de prensa a invitados de la compañía y llenando el encuentro del equipo con la prensa de enormes guardaespaldas salidos directamente del Bronx neoyorquino con 'pinganillos' en las orejas. Zodiac es un thriller basado en la historia real del asesino en serie de los Estados Unidos que aterrorizó al área de la bahía de San Francisco durante décadas y que nunca fue atrapado. El trabajo lo firma David Fincher (director de Seven, The game o El club de la lucha ). Fincher se sintió fascinado por este psicópata apodado Zodiac, al que siguió desde que tenía siete años, una figura que -directa o indirectamente- ha inspirado numerosos thrillers y novelas de serie negra como Bullit o The Zodiac killer . Protagonizada por Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo, Anthony Edwards, Robert Downey Jr. y Cloë Sevigny, es sobre todo una historia sobre cómo este misterioso asesino influyó directamente sobre tres hombres que investigaron el caso, un periodista estrella en sucesos de un periódico de San Francisco, el dibujante y caricaturista del mismo diario y uno de los dos detectives de policía encargado del caso. Es una película visualmente fascinante, sobre todo en su primera mitad, pero excesivamente larga (dos horas y media).