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José Carlos Herrera cree que «el leonés es más un habla que una lengua»

Un lingüista dice que el leonés se salvaría si León fuera autonomía

El catedrático de la Universidad de París afirma que en España no se busca el bilingüismo

Los catedráticos José Ramón Morala y José Carlos Herrera

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efe | león

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El catedrático de Lengua Española de la Universidad de París José Carlos Herrera apuntó ayer que «si León formara una comunidad exclusivamente, probablemente los gobiernos hubieran tenido un poco más de empeño en desarrollar el leonés». Así lo aseguró en León antes de impartir una conferencia sobre Las lenguas de España y donde se refirió a la situación del leonés, que a su juicio es algo «complicada», teniendo en cuenta a que se enmarca en «León, que forma parte de una comunidad autónoma, que es Castilla y León». A su juicio, la «cuestión» es precisamente ésta, «que el leonés es de León y no es una comunidad». En cualquier caso para Herrera, «el leonés es más bien un habla», al igual que el bable, en la zona de Asturias, donde el gobierno autónomo, sin embargo, «ha intentado promocionar esta variedad». Contrapuso el catalán, que es una «lengua», con el leonés, que «es un habla», donde «quizás sería necesario una normalización», en el sentido de que «en principio en este tipo de procesos primero se da una normalización del sistema lingüístico antes de pretender que haya una normalización del uso». Para el catedrático, de origen leonés, «es evidente que si no se ponen de acuerdo sobre cuales son las reglas del sistema lingüístico será difícil después poder utilizar esta lengua en otro tipo de contextos». Advirtió que en algunas comunidades, «en lugar de buscar el verdadero bilingüismo se está pretendiendo, por motivos más bien políticos, llegar a una especie de monolingüismo», a su juicio, «reductor». Se refirió a comunidades como Cataluña, donde está ocurriendo «un poco lo contrario a lo que estaba previsto en las leyes de normalización» del uso de las lenguas en el país. El objetivo era que «los alumnos llegaran al verdadero bilingüismo, a comprender las dos lenguas», mientras que «lo que se pretende, por motivos más bien políticos, es una especie de monolingüismo, que considero reductor», en el sentido de que, por ejemplo, el «catalán es una lengua que habla mucha gente, pero que tiene un ámbito de uso restringido». El catedrático es autor de un libro sobre Lenguas y normalización en España, en el que ha estudiado este proceso, para «ver cuáles son las cosas positivas y cuáles no son tanto», según dijo. «A veces sencillamente cuando se pregunta a los gobiernos sobre este asunto suelen decir siempre que no hay ningún problema y que todo va muy bien, pero todos sabemos que hay cosas que no van tan bien». Así, se refirió a las personas que «no tienen como lengua materna la autonómica».