Desprendimientos y grietas, retos para el equipo de restauración del pórtico

Los trabajos encaminados a rehabilitar el conjunto escultórico del pórtico oeste de la Catedral de León prometen ser de lo más complejo y delicado, no sólo por la situación de acusado deterioro en la que se encuentran muchas de las figuras sino también por la erosión de la piedra y los muy diversos problemas estructurales existentes en esta parte de la Pulchra Leonina . En concreto, el administrador del Cabildo, Mario González, pedirá a los responsables de la empresa Petra, encargada de realizar estos trabajos, que intenten reparar también desperfectos evidentes como la gran grieta o «desconchón» de la parte alta del citado pórtico, desprendida, dice González, «hace entre un año y medio y dos años». Recordó que tal desprendimiento se produjo a causa de una «oxidación» en la piedra, ocasionada por la incorrecta instalación de una viga de hierro cercana. La oxidación del material hizo que esa parte del pórtico «reventara», en palabras del administrador del templo. Las obras tienen un presupuesto que ronda los 1.600.000 euros y se desconoce de momento la fecha en la que finalizarán, puesto que dependen de los resultados que ofrezcan las primeras pruebas que la empresa vasca Petra realiza sobre las esculturas. Unas comprobaciones que ya dieron comienzo en la misma mañana de ayer. Pese a estar considerado como uno de los conjuntos escultóricos más importantes del gótico europeo, la situación del pórtico oeste leonés es muy grave a causa de la erosión, la contaminación y la meteorología. Ahora se intentará poner remedio con esta actuación en la que habrá de tenerse el máximo cuidado, ya que, como señaló González, una mala restauración puede ser más perjudicial para las esculturas que todo el tiempo transcurrido. Un espacio monumental En este conjunto destacan, por ejemplo, las imágenes del Juicio Final presidido por Cristo en majestad con los brazos levantados, mostrando los estigmas; a los lados ángeles que sostienen los símbolos de la Pasión y, en ambos extremos, las imágenes de la Virgen y san Juan. En el dintel se desarrolla la tradicional psicostasis o pesaje de las almas con san Miguel en el centro entre los elegidos y los condenados. Los primeros esperan que san Pedro los reciba entre un grupo de ángeles músicos y los segundos son arrojados a calderas o devorados por seres monstruosos. Por otra parte, Mario González ha solicitado a Valladolid el proyecto de restauración en detalle ya que éste aún no está en posesión del Cabildo catedralicio. Por efecto de una viga de hierro cercana que terminó oxidando la piedra, una parte del techo del pórtico «reventó» y se «vino abajo» hace entre año y medio y dos años, explicó ayer Mario González, administrador del templo; pese a que a primera vista se diría que este muy visible desperfecto, por su limpieza y ausencia de óxido en las cercanías, ocurrió recientemente...