| Entrevista | Meg Ryan |
«No estoy interesada en interpretar siempre a la chica ingenua»
La actriz estrena en España «Entre mujeres», en la que actúa Elena Anaya
Estrella de la comedia romántica junto a Julia Roberts, la rubia Meg Ryan ya no es la chica de la película, sino la madre. Ese es el papel que encarna en Entre mujeres, ópera prima de Jonathan Kasdan -hijo del director de Fuego en el cuerpo- que se estrena en España. Licenciada en Periodismo y con una infancia difícil -no se habla con su madre desde que ésta abandonó a la familia cuando ella tenía quince años-, Ryan entró en la gran pantalla de la mano de George Cukor con Ricas y famosas, aunque el papel que le abrió las puertas fue el taquillero título protagonizado por Tom Cruise, Top gun. Cuando Harry encontró a Sally, Algo para recordar, Tienes un e-mail y French Kiss, son algunos de los trabajos más conocidos de esta actriz y productora norteamericana que en el rodaje de El chip prodigioso conoció al que se convirtió en su marido y padre de su hijo Jack, Dennis Quaid, del que se separó por su affaire con Russell Crowe. -En «Entre mujeres» aparece una Meg Ryan distinta. -Es un gran personaje dentro de una historia muy coral. Ningún actor es dueño de la historia, todos somos piezas de la película. Me gustan estas producciones porque no he tenido ni la presión ni la responsabilidad de llevar todo el protagonismo en mis hombros. -Pues dicen que le costó mucho tomar la decisión de hacer la película. -Me pasa siempre. Me relajé cuando supe el nombre del director. Con Jake sabía que estábamos en buenas manos. -El filme retrata cómo las mujeres pueden cambiar la vida de un hombre. -Hombres y mujeres somos poderosos. Cuando estás en una situación de poder, hay que intentar ejercerlo de la mejor manera, de forma productiva y con mucha comprensión hacia los demás. -Muchos opinan que las estrellas de Hollywood tienen demasiado poder. -No sé qué contestar. Creo que algunas veces no ponemos a la audiencia en el sitio que se merece. El público no se deja influir fácilmente. Puede que escuchen a los famosos, pero tienen su propia opinión. -¿Es difícil ser honesto en su profesión? -Sí. Estamos en una ciudad en la que hay mucho miedo. -¿Ha acusado la «novia de América» la falta de papeles? -A las mujeres de mi generación -tiene 45 años- nos dijeron que podíamos tenerlo todo y en eso estamos. Pienso que la generación del baby boom ha cambiado Hollywood. Antes de que la meca del cine acabe conmigo, yo habré acabado con ella antes -risas-. -En este negocio, la belleza es una herramienta fundamental. -Las mujeres todavía estamos tratando de encontrar nuestro lugar en Hollywood. Hemos conseguido mucho, pero el camino es largo. -Está a punto de rodar un filme en La Habana sobre la vida de Hemingway. -Sí, pero sólo puedo decir que mi personaje es totalmente diferente a todo lo que he hecho hasta ahora. Es uno de esos proyectos que sólo aparece una vez en la vida.