Basilea abre una exposición con las láminas que Picasso guardaba en una caja
La exposición Pablo Picasso: La caja de los remordimientos , que se abrió ayer al público en la ciudad suiza de Basilea, refleja a través de una serie de láminas, que estuvieron guardadas durante años en una caja, las vivencias personales y la evolución estilística del artista español. La muestra, que se prolongará hasta el 15 de septiembre en la Galería Museo Beyeler, cuenta con 45 aguafuertes, una modalidad de grabado que Picasso realizaba en una plancha de aleación metálica, datados entre 1919 y 1955 y que abordan distintas temáticas. El cubismo o la relación entre madre e hijo, a través de los retratos de su primera esposa, Olga Koklova, con su hijo Paul, y de los de su compañera Françoise Gilot con sus hijos Paloma y Claude, son algunos de los temas tratados. La exposición recoge también la evolución del estilo de Picasso, del neoclasicista al expresionista pasando por el surrealismo, y cómo, fascinado por el potencial que ofrecían las distintas técnicas de impresión, llegó a mezclar algunas de ellas en una misma lámina para expresar sus ideas de una forma totalmente distinta. La muestra debe su nombre al propio artista, porque es así como Picasso llamaba a una caja en la que en 1961, cuando se mudó a Mougins guardó una serie de aguafuertes y láminas que nunca llegó a poner a la venta. Durante la mudanza, Picasso encontró un gran número de planchas de zinc y cobre y las envió a Jacques Frélaut para que realizara unas pruebas de impresión antes de decidir si las publicaba o no, dijeron los organizadores. Ante los buenos resultados obtenidos y a causa de un malentendido, Frélaut las imprimió y, junto a las planchas, las envió a Picasso quien las guardó provisionalmente en una caja, agregaron.