Una sonorización excelente y una organización que estuvo a la altura

Fue el de anoche un concierto que destacó especialmente por su excelente organización y por clavar el sonido, algo siempre complejo y difícil en un recinto de tan poca calidad acústica como el estadio Amilivia. Además de las cuatro pantallas gigantes, que mostraban imágenes alusivas a cada una de las canciones, muy elaborada fue también la puesta en escena, con grandes lienzos que primero ocultaron y luego desvelaron a los héroes de la velada. Y por si esto fuera poco, allí estuvieron los fuegos artificiales de la noche de san Xuan leonesa, estallando en el cielo al mismo tiempo. Con lo que al final se quedarán sin duda muchos de los asistentes será con la implicación tan grande de los Maná en el espectáculo. Antes de cada canción, una reflexión, una dedicatoria, un piropo («las mujeres sois como las mariposas, fieles pero voláis»). Manda una señal , Labios compartidos , Bendita tu luz , Rayando el sol , Te lloré todo un río , En el muelle de san Blas ... Estuvieron todas. Con todos.