«Aparte de cualidades innatas, en música es fundamental el trabajo»
-¿Realmente la música amansa a las fieras? -No me he encontrado delante de fieras. Sí delante de auditorios que han llorado o con silencios que lo dicen todo. Cuando nos ponemos poéticos y sublimes decimos que la música es externa al hombre, pero no lo es; ha sido inventada por el hombre. La reacción física, que luego llega a ser espiritual, frente a un sonido... todo es un invento humano, desde el triángulo de percusión al violín de Stradivarius; y no digamos el piano. Parece incompresible lo que nos deja la resonancia del piano. Stravinsky creía que el piano era un instrumento de percusión, hasta que le convenció Rubinstein de que no lo era... -¿Qué opinión le merece la programación del Auditorio de León? -No la conozco. -¿La voz y el oído son dones divinos? -Son dones humanos. -Ya, pero ¿hay que tener unas condiciones de partida? -Sí, evidentemente. La genética está metida en todo. No sé por qué cuando oigo una nota sé que es un La y otro gran músico no lo sabe... -¿Es posible que un gran músico no reconozca un La? -Sí, por supuesto. Hay el oído absoluto y el relativo. No sabemos explicar en qué consiste el genio o el talento. Siempre me salen paralelos con el deporte, por ejemplo Tiger Woods o un Nadal o un Federer, han trabajado mucho desde niños, cuando ya eran algo fuera de lo normal. Cualidades innatas tiene que haber, pero ahí me gustaría incluir también la capacidad de trabajo. En arte y deporte el precio que hay que pagar es muy superior al presupuesto. El precio lo vas notando a medida que vas pagando las mensualidades. Ha sido al final un esfuerzo gigantesco, pero ahí está...