El mundo según García-Alix
El fotógrafo leonés inaugura en el festival de Arles su primera gran retrospectiva en Francia. La muestra incluye 129 imágenes y puede verse en la iglesia Saint-Anne hasta el 16 de septiembre
El artista Alberto García-Alix (León, 1956) inauguró ayer en Arles (Francia) la primera gran exposición retrospectiva de su obra que se organiza en el país galo. La muestra forma parte de las actividades incluidas en el Festival Internacional de Fotografía de Arlés y reúne 129 instantáneas de la colección privada del artista. La iglesia de Sainte-Anne de Arles, en el casco histórico de la ciudad francesa, albergará hasta el 16 de septiembre la exposición organizada por PHotoEspaña. El presidente del certamen, Alberto Anaut, y la directora de la propuesta, Claude Bussac, respaldaron ayer con su presencia al artista durante la inauguración. También asistieron el comisario Nicolás Combarro, el presidente del Festival de Arlés, François Barré, y el director, François Hébel, junto con gran número de personalidades del mundo de la fotografía internacional. El Festival de Arles ha organizado además, el próximo 5 de julio, a partir de las 22.00 horas, una velada dedicada al encuentro de la fotografía española y la música argentina en la que se proyectarán fotos inéditas de García-Alix al ritmo de la música en directo del tango de Daniel Melingo. La exposición es un recorrido exhaustivo a través de casi 30 años de trabajo de uno de los fotógrafos españoles más destacados en el panorama internacional. La muestra reúne sus vintage, fotografías que le han consagrado en la escena artística internacional y que definen su particular estilo. A través de las fotografías de Alberto García-Alix la exposición sumerge al espectador en una narración que transita por la vida del artista, conformando un discurso vital que tiene la fotografía como eje. Las imágenes con las que se construye esta narración provienen de diferentes etapas de la vida de García-Alix, en un viaje de ida y vuelta entre presente y pasado: de la primera época en que retrataba su entorno más próximo con su cámara de 35 milímetros hasta 1986, cuando se profesionaliza y comienza una evolución compositiva que le sitúa a la vanguardia de la fotografía contemporánea.