El cómico de El Terrat se despidió esta semana tras tres años en Antena 3
Sardá y Buenafuente dejan atrás su pasado como «late nighters»
Javier Sardá asegura que no encuentra incentivo alguno para entrar de nuevo en un plató
Se acabó la época en la que poner el televisor por la noche significaba divertirse con el tándem información-humor que tanto ha caracterizado a los showman Buenafuente y Sardá. El primero se despidió la semana pasada de los platós de Antena 3 después de tres años con un late-night cuya audiencia se desgastó en los últimos meses. El humorista catalán podría incorporarse en la próxima temporada a LaSexta, según insisten fuentes próximas a esta cadena de la que el humorista catalán es accionista a través de la productora El Terrat. Pero iría de las grandes audiencias a un público aún minoritario. Sardá se fue el mes de junio de 2005 y no tiene intención de volver a un plató: «No encuentro ningún incentivo para entrar en alguno», afirma. Sardá fue directo competidor de Bf con Crónicas Marcianas , programa líder de la medianoche que desapareció cuando su presentador decidió tomarse un descanso, tras ocho temporadas de horarios agotadores. Solo reapareció con Dutifrí , un novedoso espacio de viajes alrededor del mundo junto a personajes conocidos. Este comunicador afirma que con su programa ha hecho el «antiturismo» y que poder viajar de casa en casa es un privilegio. «Mis inicios como viajero fueron muy distintos. Iba a París en autostop y con embutidos», dice entre sonrisas. Ahora detesta los aeropuertos, pero no se arrepiente. «Nos hemos sentido (el equipo y yo) como en casa», prosigue. Y es que unas vacaciones de «seis años hechas en seis meses son una pasada». Un libro del programa Todas las aventuras y desventuras del equipo de Dutifrí aparecen en el volumen de título homónimo, que cuenta con las fotografías de Jorge Salvador, subdirector del programa. «Es algo más que una guía de viajes, es un documento muy divertido, pero con conclusiones muy serias», aseveró Salvador. Una hoja de ruta minada de experiencias, trabas, y las más hilarantes situaciones -ya vistas por los espectadores- desveladas con el «singular toque desenfadado de Javier», señaló el subdirector de la aventura. Sardá pudo cumplir su sueño y pasear cual Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma montado en una vespa... vestido de cura. De la mano del Dioni recorrió los lugares por los que el ex-delincuente estuvo tras su fuga en los años ochenta. Más curiosa fue su visita a Parque España, una especie de Disneyland japonés bastante kitsch. Como compañero de viaje, Jorge Salvador desveló que es «regular» porque no para de hablar y cantar de todo. Pero el balance final es positivo. De este periplo que califica como un «Gran Hermano a lo bestia» se queda con Filipinas. «No me lo imaginaba de ese modo, ni las cosas tan sorprendentes que encontré allí». Aunque no desprecia lo de casa y afirma que «no hace falta salir de Barcelona o Madrid para encontrar gente de todo el mundo».