Diario de León

Ouka Leele: «La fotografía es poesía visual, hablar sin voz»

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Aroa Pérez - madrid
León

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El olor de las pinturas y el sonido de la música envuelven el taller de Ouka Leele. Un lugar para la imaginación donde las fotografías en blanco y negro cobran vida gracias a los pinceles de esta madrileña de 50 años -con ascendencia leonesa, sus orígenes están en Valdeburón- bautizada con el nombre de Bárbara Allende Gil de Biedma, una artista que desde hace más de veinte años capta la magia del mundo con su cámara. Galardonada con el Premio Nacional de Fotografía en 2005, la artista con nombre de constelación inventada presenta estos días en el Museo del Prado su obra Menina liberada ingrávida dentro de la exposición Doce artistas en el Prado . Sentada en una silla mientras observa el trabajo de los alumnos que asisten a su taller de fotografía en El Escorial -donde se escucha una canción de Fito y Fitipaldis- Bárbara explica el honor de exponer en la pinacoteca madrileña. «Pensaba hacer un desnudo basándome en la Dánae de Tiziano, pero mientras buscaba la modelo conocí a una bailarina y pensé ¿para qué tumbarla si sabe bailar bien?». Así, con la estructura de un miriñaque diseñado por el bailarín Nacho Duato, Ouka Leele capturó a una «menina enloquecida que parecía haber saltado del cuadro». Esta artista entiende la fotografía como «poesía visual, una forma de hablar sin palabras» que plasma en sus imágenes. Una visión que ha retratado el cineasta Rafael Gordon en su película La mirada de Ouka Leele . La cinta, que aún no tiene fecha de estreno, se grabó durante la decoración de un mural de 300 metros en la localidad murciana de Ceutí. «Estaba harta de que me encasillasen con las fotos. Ángel Pino, un editor que trabajaba conmigo en un libro, me comentó el proyecto y decidí pintar el mural con dibujos y serigrafías». Un proyecto que ha ocupado casi dos años de su vida. La amistad con el director de su película se estrechó en esos momentos de soledad. «Yo estaba sola pintando el muro, era duro y su llegada fue para mí aire fresco», comenta Bárbara.

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