Días de luto para el cine con la muerte de Michelangelo Antonioni

El el séptimo arte vive sus días más tristes. Pocas horas después de la muerte de Bergman el cine europeo llora a otro de sus grandes creadores, el italiano Michelangelo Antonioni, fallecido a las 20.00 horas del lunes. Autor de Blow up , El grito o El desierto rojo , se ocupó de reflejar en sus obras temas tan hondos como el desarraigo, la derrota, el amor imposible o la soledad, una filmografía muy personal gracias a la cual recibió un Oscar honorífico. El cineasta, que ya sufría dificultades para caminar y hablar a raíz de un derrame cerebral que sufrió en 1985, falleció en su casa de Roma «apaciblemente, en su sillón, al lado de su esposa Enrica Fico» según confirmó la familia del director, guionista y crítico italiano. La capilla ardiente de Antonioni se instalará mañana en el ayuntamiento de Roma y después los restos mortales serán conducidas a su ciudad natal, Ferrara. Michelangelo Antonioni nació en 1912 en Ferrara en el seno de una familia adinerada. Estudió Económicas en la Universidad de Bolonia además de música, teatro, bellas artes y literatura antes de trasladarse a Roma, donde trabajó como crítico para publicaciones como Il Corriere Padano o L'Italia Libera y se formó como director en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Cinecittá. Allí conectó con cineastas tan importantes como Rossellini o Fellini. Una vida de cine Tras colaborar en el guión de Un pilota ritorna de Rossellini y trabajar como ayudante del director Marcel Carné, Antonioni irrumpe en la cinematografía italiana con una forma original de hacer películas, dirigiendo el largometraje Diario de un amor robado ( Cronaca di un amore robado ) en 1950. En sus primeros trabajos, Michelangelo Antonioni se alejaba paulatinamente de la simple crónica neorrealista y de los ambientes burgueses para transmitir mediante sus obras el malestar existencial de las clases proletarias, siendo un claro ejemplo de ello su película El grito , con la que realiza sombrías radiografías del ser humano. En 1966 rueda Blow up , su obra más importante y por la cual le concedieron la Palma de Oro en el Festival de Cannes un año después. Este filme consagró a Antonioni como director de culto. Tras Blow up el cineasta abre una nueva etapa en EE.UU. rondando también en inglés películas como El reportero con Jack Nicholson. A pesar de la incapacidad que sufría a raíz del derrame cerebral, Antonioni continuó detrás de las cámaras. En 1995 Hollywood le galardonó con un Oscar honorífico por toda su trayectoria cinematográfica y Venecia hizo lo propio concediéndole el León de Oro en 1997. La última película que filmó fue Eros en 2004 junto a Steven Soderberg. En sus últimos años la pintura y la escultura fueron su refugio y sus armas de lucha contra la parálisis cerebral.