Perros «La televisión tiene más en cuenta al espectador que el cine»

CUATRO ha incorporado a su parrilla un programa interesante: se llama El encantador de perros y es un producto norteamericano del canal National Geographic. El protagonista es un mejicano, César Millán, que lleva quince años trabajando con perros. Sucintamente, la cosa consiste en que Millán resuelve casos reales de perros problemáticos y, de paso, reparte a los espectadores una serie de consejos de gran utilidad. El programa va ya por su tercera temporada y se emite en numerosos países. Aquí, probablemente, no lo veríamos de no ser por Cuatro, que es el único canal privado que osa apartarse, aunque sólo sea un poco, del tedioso triángulo series-cotilleo-concursos, y es justo reconocérselo: no encontraremos en otro lugar programas como Supernanny , Campeonísimos , Soy lo que como o este El encantador de perros . Hablemos ahora del encantador, César Millán: un inmigrante mejicano de 38 años que empezó a ganarse la vida en California como empleado de un salón de belleza canino y que, desde entonces, se ha convertido en un consumado experto perruno. Realmente es prodigioso verle en acción: no hay bicho que se le resista, ni grande ni pequeño, ni fiero ni manso. Es obvio que este hombre tiene un don. Lo mejor es que, además, sabe explicarlo, y eso es lo que diferencia a Millán de cualquier otro experto en la materia: no es sólo un domesticador, sino también un etólogo que explica de manera completa y transparente las claves del comportamiento animal. Esa potencia divulgativa es la causa de que Millán haya tardado poquísimo en saltar a la tele -lleva en ella desde 2004, cuando se trasladó a Los Ángeles- e incluso haya escrito libros sobre el tema. Su manual de doctrina se llama «Cesar's Way», o sea, «El camino de César»; seamos indulgentes con el título, porque los usos de la industria editorial americana son así. Lo que importa es la forma en que Millán hace patente algo tan simple y tan fundamental como esto: un perro es un animal. Chocante, ¿verdad? Pero es que, por lo que este hombre explica, buena parte de los problemas que los perros dispensan a sus amos tiene su origen en que éstos tratan a los animales como si fueran personas, lo cual crea en los bichos una serie de trastornos de conducta que luego es difícil rectificar. Parece que al urbanita contemporáneo le cuesta entender que a un animal no se le puede amar como a una persona, y que un perro tiene que se tratado como un perro, lo cual no es incompatible con el cariño. Quien haya leído El Principito de Saint-Exupery recordará aquel precioso fragmento en el que el Zorro expone la teoría amorosa de la domesticación. Eso es lo que hace César Millán en El encantador de perros . Buen programa. Antonio Valero es uno de los nuevos fichajes de Amar en tiempos revueltos, exitoso serial de La Primera en el que da vida a Hipólito Roldán, un hombre seguidor del régimen. Especialista en el siglo XX gracias a los trabajos que le han confiado, según sus palabras, el actor valenciano se reconoce un «gran fan de este poderoso medio», del que resalta «el alto nivel de calidad» de la ficción patria. -¿Cómo se enfrenta a esta nueva aventura? -Con la ilusión y la curiosidad de siempre. Por los trabajos que me han dado, soy un especialista del siglo XX. Primero con La forja de un rebelde, luego con Cuéntame... Y en el cine debuté con La mitad del cielo. Me conozco muy bien este período, lo que ha sido de gran ayuda para componer el personaje. -¿Por qué ha tardado tanto la televisión en retratar esta parte de la historia? -Creo que Cuéntame... abrió un camino al ayudar a revivir el pasado sin miedo y sin crear tensiones. TVE tiene que respaldar este tipo de trabajos que gusten y no nos cuesten mucho a los españoles. Está muy bien que la televisión sea entretenimiento, pero también tiene que tener un punto formativo. -¿Cómo valora la televisión que se hace en España? -Ahora ha dado por decir que no vale para nada, y no estoy de acuerdo: hay cosas buenas y otras malas. Lo que triunfa es la ficción española. Estamos exportando y competimos de tú a tú con las producciones extranjeras, y eso que esas se gastan en un capítulo lo que cuestan tres películas españolas. -¿Prefiere cine o televisión? -No puedes comparar una gran película con un capítulo de una serie, pero creo que la televisión, aunque tiene formatos que atentan contra todo, tiene más en cuenta al espectador que el cine..