«Orión 58», de Cesc Gelabert, expresa teorías científicas a través de danza

Expresar las teorías científicas a través de la danza es el objetivo de Orión 58, obra del coreógrafo y bailarín Cesc Gelabert que se estrenará mañana en la Alcazaba de Mérida y cerrará el ciclo de espectáculos programado por primera vez en este espacio, dentro de una nueva edición del Festival de Teatro Clásico. Para la representación en Mérida de Orión 58 , última creación de la compañía de Gelabert-Azzopardi estrenada en febrero en Barcelona, se ha creado una nueva versión de 58 minutos sin entreactos, que ofrece una particular interpretación de la ciencia. Según precisó ayer Gelabert en la presentación de la obra, el montaje, que podrá verse hasta el próximo domingo en la Alcazaba, es un «teorema dancístico» que explica las tesis científicas, desde la teoría del «big bang» hasta la que entiende al hombre como un ser emocional, con memoria e inteligencia. Música y movimiento De esta forma las diferentes fases de la humanidad se explican en su comienzo con movimientos puros para al final utilizar otros más figurativos que expresen mejor la complejidad del hombre actual, así como la tragedia del ser humano, que se representa con un máscara griega. El bailarín y coreógrafo catalán ha contado con el asesor científico Oscar Vilarroya, quien le ayudó a seleccionar las ideas científicas para incorporarlas a la obra y las formas con las que mostrarlas al público. La música también está presente en Orión 45 y, como la humanidad, también va cambiando durante la obra, primero con sonidos y después con música de diversos compositores, según la escena, indicó Cesc Gelabert.