Marset apunta la necesidad de abrirse a las nuevas tecnologías
Vela en Villafranca: «La ópera está más viva que nunca»
Halffter, Verdú, García Alcalde, López y López y Marsét cierran el curso de composición
Con sendos seminarios sobre los diferentes aspectos de la ópera y la vigencia que actualmente sigue teniendo dentro del espectáculo musical para la escena, se clausuró ayer en el teatro villafranquino con la presencia del alcalde, la XVII edición del Curso de Composición que en esta ocasión versó sobre Música y palabra: 400 años de ópera . Tras las ponencias de la mañana de García Alcalde, del libretista Juan Carlos Marset y de Cristóbal Halffter quien habló de de la música como sublimación de una situación dramática, se dio paso en la tarde a una mesa redonda en el teatro villafranquino, en la que estuvieron presentes los siete profesores y ponentes del Curso a la que siguió la entrega de diplomas y el concierto de clausura en la iglesia de San francisco ofrecido por el Cuarteto de Leipzig, Abrió la ronda de intervenciones el director del curso Cristóbal Halffter quien resaltó la vigencia indudable de la ópera en nuestros días aunque dejó muy claro que la ópera clásica debía quedar relegada a su contexto tradicional, porque, apuntó, «es un espectáculo. Ahora bien, continuó, diciendo, hay que diferenciar cultura y espectáculo. La cultura puede ser espectáculo, incluso grandísimo, como de hecho ocurre, pero no todo espectáculo es cultura» concluyó. Sánchez Verdú remarcó la idea de renovación completa de la ópera en todos los aspectos y habló de la globalización de la ópera buscando la integración de los diferentes elementos culturales que nos enriquecen y enriquecen al espectáculo escénico. El escritor y libretista Juan Carlos Marset, planteó la necesidad de que la ópera se abriera a las nuevas oportunidades que se nos ofrecían las nuevas tecnologías, mientras López hacía hincapié en esa idea renovadora de acercamiento al público actual. A continuación tomó la palabra Tomás Marco quien fue contundente en su afirmación de que estaba de cuerdo de que la ópera se abriera a las nuevas culturas pero siempre que se hiciera con un estudio riguroso y profundo que no siempre se da. Añadió que había que no encerrar las obras modernas de los grandes espacios como el Real o el Liceo porque ellos siguen anclados en la tradición y una ópera moderna como mucho la van a representar solamente una vez. Sine embargo, continuó «hay otros espacios que son idóneos para eso, con un público que está perfectamente integrado en esas propuestas. Concluyó señalando que «el mayor problema al que nos enfrentamos ahora los compositores es el de cómo adaptar a estas nuevas fórmulas la voz, que es la verdadera asignatura pendiente. García Alcalde disintió de Halffter y prefirió hablar del espectáculo cultural considerando peligroso dejar la ópera tradicional sin renovación puesto que podría producir una fosilización de la ópera, en cambio criticó la alteración que no sólo del texto sino de la intención del propio compositor están llevando a cabo algunos «mètier» como el caso de la biznieta de Wagner que alteró la esencia de los Maestros Cantores en el último festival de Beirut. Concluyó Vela señalando que si después de 400 años la ópera se replanteaba su propia subsistencia, era porque estaba viva de verdad. Insistió en la necesidad de la educación partiendo de los medios gubernamentales. Finalmente Halffter aún concluyó diciendo que « el ser humano necesita de la cultura pero es nuestro deber cuidar lo que recibimos pero también responsabilidad nuestra lleagar a su altura, engrandecerla sin alterarla, creando algo nuevo que permanezca con la misma importancia nivel».