Al Musaf le salen competidores

El proyecto presentado el pasado mes de junio por Rafael Doctor de crear un museo de la fotografía en Segovia ha despertado la conciencia de que España sufre un déficit real de una infraestructura cultural que se ha convertido en uno de los exponentes más importantes de la expresión artística contemporánea. El nuevo ministro de Cultura, César Antonio Molina, anunciaba esta misma semana en el Congreso su pretensión de poner en marchan en el edificio de Tabacalera de Madrid un centro de artes visuales, «dinámico e interactivo», en el que habrían de integrararse los museos del cine y la fotografía. En su reciente visita a León, la consejera de Cultura, María José Salgueiro, expresaba su apoyo a la iniciativa iniciada por Silvia Clemente y aseguraba que en su próxima comparecencia en las Cortes desgranaría los puntos esenciales del Musaf de Segovia. El proyecto ideado por Rafael Doctor trata de cubrir todos los frentes a los que afecta la creación fotográfica. Es decir, el Musaf desarrollará las funciones propias de museo (creación y exposición de una colección propia), de centro de arte, didáctico, de investigación y documentación. Todo ello para convertirse en un centro artístico esencial a nivel nacional e internacional. Para ello, el proyecto plantea la necesidad de abrir convenios con instituciones sólidas, como PhotoEspaña o el Ivam. Desde el punto de vista internacional, los proyectos se realizarán en relación a una estructura amplia, que abarca los principales centros de los países más desarrollados en el desarrollo de la práctica fotográfica en el mundo. Así, la iniciativa pretende establecer convenios de actuación con Francia, Alemania e Inglaterra. Rafael Doctor explica que el punto de partida para la creación de este nuevo centro es la puesta en marcha de una colección. Para ello, y como pasao previo, se pondrá en marcha una investigación que fructifique en el Libro Blanco de la Fotografía en Castilla y León, en el que se dará a conocer cuál es el verdadero patrimonio que alberga la comunidad. De manera paralela a la creación de una colección de la Historia de la Fotografía, habrá de potenciar otra que se centre en los aparatos técnicos que la han posibilitado. Espacio fundamental del nuevo museo será su función como centro de arte, con lo que las exposiciones temporales (como ya ocurre en el Musac) tendrán una importancia capital. Estas exposiciones se generarán a través de los fondos propios del museo, el préstamo y los intercambios. Pero, además, el centro dispondrá de una sala de exposiciones permanentes, cuya finalidad fundamental será realizar las primeras exposiciones de artistas desconocidos, con un espíritu similar al que mueve el Laboratorio 987 del Musac. El Musaf también será el motir de una escuela que acoja la celebración de un máster de creación fotográfica. Este centro de estudios propio tendrá que ser capaz de definir de forma anual un ciclo de estudios amplios en la creatividad y creación fotográfica. En el Musaf trabajarían de manera constante un grrupo máximo de quince alumnos, que se formarían en los diversos aspectos de la creación artística contemporánea. Esta escuela busca convertir el proyecto en un órgano activo de la vida cultural que vaya mucho más allá de la labor expositiva e historicista. La vinculación al presente del Musaf debe ser puesta de manifiesto a través de la manera de abordar el coleccionismo y el tratamiento general de la imagen digital. Por ello, uno de los objetivos es poner en marcha un programa capaz de dar cabida a través de una web avanzada de un archivo gigante de imágenes. Por último, el nuevo museo se convertirá también en un centro editorial para aglutinar las publicaciones de imagen de la Junta, rigiendo además las publicaciones del Musac.