La fascinante danza de la vida

Las esculturas del artista asturiano José Catrain son ingrávidas y gentiles, como decía el poeta. Viven en el espacio, coquetean con el viento, niegan la verdad ineludible de la gravedad. Sus estilizadas figuras escenifican una danza llena de mensajes, un misterioso baile que nos habla de la inexorable tragedia de la vida, pero lo hacen, tremendo contraste, desde un punto de vista luminoso y optimista. La sala de exposiciones del Ateneo Cultural El Albéitar, se adelanta a la apertura del curso universitario, con la muestra de un artista que ya visitó los espacios de la Universidad con otra exposición realizada en la Facultad Filosofía y Letras dentro del ciclo Hall Transformado. El artista ha titulado su muestra Sueño y Movimiento y en ella se presentan obras de varias etapas de su carrera. «Durante mucho tiempo -explica- me dediqué a representar figuras que salían directamente del subconsciente, del sueño, pero en los últimos tiempos he decidido incorporar también el movimiento, quizá como resultado de mis colaboraciones con el mundo de la danza». Sorprenden los vivos colores en los que el artista realiza sus trabajos. «Mis obras -dice- parten de una estructura metálica recubierta be estuco al óleo. Esta técnica la estoy defendiendo mucho porque es una recuperación de los materiales con los que se realizaban los antiguos frescos. La diferencia es que para que sufran menos incorporo el óleo directamente a la pasta que forma el estuco. Pero el óleo tiene que ser absolutamente artesanal, no puedo emplear el que se ofrece el manufacturado». Polifacético Hay dos facetas bien diferenciadas en la obra que el artista asturiano presenta en El Albéitar, en una sus figuras surgen de la pared a manera de pinturas que buscaran una tercera dimensión, mientras que otras, como decíamos plantean un desafío a la gravedad. «Mi obra nació en la pared en forma de pintura que poco a poco escapó del plano. Necesitaba más vida, por eso incorporé el volumen a mis trabajos. Durante un tiempo hice muchísima cerámica, también pasé por la talla en madera, hasta que hace unos diez o doce años me encontré con el estilo que ahora practico. Es una consecuencia directa de los antiguos frescos, con la incorporación del óleo al estuco clásico». Catrain ha creado su propio universo, un mundo de formas cambiantes en el que la imaginación no tiene fronteras. «Mezclo los humanos con seres mitológicos y siempre trato de mantenerlos flotando en el aire, pocas veces se apoyan en el suelo. Incluso me gusta meter las obras de menor tamaño dentro de recipientes de vidrio, para que sigan flotando. Las figuras son mi interpretación de lo humano, no son seres humanos en sí. Hay quienes dicen que les gustan sobre todo el movimiento que poseen. Yo trato de acomodar la figura del hombre a un modo de expresión, incluso algunas veces hago una crítica social de forma un tanto dantesca». En Sueño y Movimiento, las fascinantes figuras creadas por José Catrain, interpretan una sinuosa danza con unas formas pletóricas de color. El artista asturiano se muestra como un escultor enormemente original con una obra en la que la imaginación y el sentido del ritmo se apropian con autoridad del espacio expositivo. Lugar: Paseo de papalaguinda. Hora: De lunes a viernes, de 12.00 aa 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.