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EL INVENTO DEL MALIGNO | Con detalle |

Rabietas Esta noche, nueva cita con «El comisario» en Telecinco

La muerte de Pope marca la undécima entrega de esta serie

Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA Ch. L. Monjas - madrid
León

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La noticia televisiva del miércoles era el partido de fútbol entre España y Letonia. Aunque parezca mentira, los héroes de Reykjavik -o sea, la roja - consiguieron ganar 2-0 a un equipo como el letón, célebre internacionalmente por la calidad de su fútbol, sólo comparable al de Brasil u Holanda. Más de cinco millones de espectadores asistieron en directo a la epopeya. ¿Rutina? ¿Tedio? ¿La monótona grisalla de todos los días? Sí, pero entonces pasó algo realmente notable: Luis Aragonés, el seleccionador español, dio plantón a la prensa y desapareció. Cámaras en negro, micrófonos silentes, reporteros boquiabiertos Desde hace unos días, la prensa venía sacudiendo a Luis por el pésimo juego de la selección. Luis debe de haber pensado que a eso no hay derecho. «¿Me critican? Pues ahora voy y me enfado, ¡hala!». Uno de los rasgos mayores de la sociedad española actual es el infantilismo: demasiada gente adulta se comporta como menor de edad. Sobre esto cuentan y no paran los docentes, especialmente los universitarios y en particular cuando te hablan a solas, lejos de los colegas (lo que no saben es que esos colegas, a solas, te hablan igual: todos piensan lo mismo, pero nadie se atreve a decirlo ni siquiera en el propio ambiente). El infantilismo tiene sus cosas buenas en los niños, cuando se manifiesta como candor; en los adultos suele ser deplorable, porque tiende a manifestarse como bobería. Una de las manifestaciones negativas del infantilismo es lo que podría llamarse mala crianza , cuya expresión más común es la rabieta: el niño revoltoso quiere un juguete, se lo niegas y, en respuesta, rompe el escaparate. Esto se ha resuelto, de toda la vida y a pesar de la secta psicopedagógica, con un buen azote en el culo o un par de horas en el cuarto oscuro, según disponibilidades domésticas. Lo del equipo español de fútbol, y singularmente lo de su seleccionador, es una rabieta infantil: como le has negado el regalo del elogio, se enfada y declara la guerra a los micrófonos. Ridículo. En el sueldo de un deportista no entra que te sacudan un botellazo o que te saquen fotos de un encuentro amoroso, pero sí entra que, si juegas mal, te critiquen, y entra también la obligación de dar explicaciones al público. Si en vez de eso rompes el escaparate, entonces lo que te mereces es un azote en el culo o un par de horas en el cuarto oscuro. Yo no imagino a Quique Guasch palmeando el trasero de Luis Aragonés, pero no sería mala cosa que al combinado nacional , con su seleccionador a la cabeza, lo metieran un par de horas en el cuarto oscuro. Seguro que el presidente de la Federación, Villar, tiene alguno de esos cuartos en los anchos espacios de su sede oficial, aunque sea para jugar al escondite. Si es que son como niños. La muerte de Pope -Marcial Álvarez- y el distanciamiento entre Castilla -Tito Valverde- y su equipo marcan la undécima entrega de la incombustible producción de Telecinco El comisario . La serie más veterana de la privada -sólo es superada en número de capítulos por Hospital Central - se reencuentra este viernes, a las diez de la noche, con su público, al que ofrece «más tensión, acción y la entrada de un malo malísimo», adelantó Alberto Carullo, director de Telecinco. Respaldada por los más de cuatro millones de espectadores -4.176.000 y un 23,1% de cuota de pantalla- que siguieron su anterior temporada, esta conocida serie policíaca regresa «con más fuerza» a Telecinco con nuevas tramas y las incorporaciones de Eva Martín Hernando como nueva inspectora jefe de la Unidad de Policía Científica y Pablo Durán en el papel de peligroso narcotraficante colombiano que se insta en nuestro país. Las novedades se completan con la vuelta de Carla Hidalgo, que recupera el papel de Cecilia, la ex novia de Charlie -Javier Artero-. Jaime Pujol, Patxi Freytez, Paula Echevarría, Rocío Muñoz, Joaquín Climent Elena Irureta y Cristina Perales, entre otros, continúan formando parte de este título de BocaBoca, que comienza su nuevo curso con el capítulo número 160, episodio que arranca con el brutal asesinato de Pope, muerte que se traducirá que muchos de sus compañeros se replanteen las manera de afrontar los casos, incluso el sentido de su profesion. Y es que la muerte del emblemático Pope repercutirá en los miembros de la Comisaría de San Fernando, empezando por el propio comisario Castilla, que mostrará su lado más oscuro. «Es un detonante muy potente. Vienen tiempos duros para el comisario y su equipo porque éste tendrá que lidiar con una crisis al designar a Pope una misión muy delicada y compleja sin poder hacer partícipes al resto de policías. Esta trama nos tendrá en vilo durante los primeros tres o cuatro episodios», anunció Carullo. Por su parte, Alfredo Ereño, de BocaBoca, calificó la nueva temporada de «altísima tensión» y adelantó importantes cambios en la comisaría. Así, los subordinados de Castilla empiezan a desconfiar de su superior, cuya figura estará rodeada de dudas y sospechas. Además, el comisario sufrirá la extorsión de Quiroga -Pablo Durán-, un poderoso narcotraficante colombiano. Y es que la desaparición de Pope convulsiona a todos los miembros de su equipo, sobre todo a Charlie, que empieza a investigar por su cuenta su muerte y descubre «cosas extrañas», en palabras de Carullo. Tramas de largo desarrollo con otras autoconclusivas que mostrarán el panorama de la criminalidad en España porque se basan en casos reales -desde violaciones a atracos pasando por estafas- conformarán el argumento de la que en estos momentos es la único serie nacional protagonizada por policías. Retrato de la criminalidad «En diciembre cumpliremos nueve años y está casi el mismo reparto con el que empezamos, aunque los que se han incorporado nos han aportado mucho. Nuestros realizadores, que son de cine, nos sacan en los mejores momentos. Además, tengo el mejor elenco de la televisión en España», aseguró Tito Valverde. Y frente al veterano, los novatos Eva Martín Hernando y Pablo Durán. La primera se mete en la piel de la inspectora Romero, una mujer amable y muy competente cuya incorporación pasa desapercibida en San Fernando al producirse inmediatamente después de la muerte de Pope. Por su parte, el intérprete cubano y pareja de Lolita Pablo Durán es Quiroga, peligrosísimo jefe del clan de narcotraficantes colombianos en cuya estructura se infiltra Pope.