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EL INVENTO DEL MALIGNO | Entrevista | Calletana Guillén Cuervo |

Comisario «Versión española» se ha convertido en un referente

El espacio de cine español celebra su décimo aniversario en la 2

Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA Ch. L. Monjas - colpisa

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COMO no todo va a ser Gran hermano -gracias a Dios-, Telecinco estrenó el viernes noche los nuevos episodios de El comisario , una de las series más veteranas y sólidas de la pantalla. Esta es la undécima temporada. El comisario lleva nueva años en antena. Es un verdadero fenómeno. Y a juzgar por las cifras de audiencia, el público sigue respaldando al producto: fue lo más visto del prime time con una cuota del 22,1%, por encima de los tres millones de espectadores. Contra lo que se dice por ahí, los programas preferidos por el público no son los de cotilleo ni los reality-shows , sino estas grandes series. Para la nueva temporada, El comisario ha escogido una narración «espiral» -a alguno le parecerá más bien laberíntica- que parte del dato final y, partir de ahí, vuelve al principio y empieza a girar hasta explicarnos el desenlace que ya conocemos. Para liar más las cosas, el relato va volviendo a saltitos no sólo hacia el final, sino también hacia los acontecimientos que siguen a éste, de manera que el espectador se enfrenta a una narración llena de inconsecuencias temporales: si con la espiral no era bastante, ahí tenemos la «espiral discontinua», con sucesivos cambios de situación y un final que a su vez se prolonga. La apuesta es verdaderamente osada, pero lo prodigioso es que, a pesar de todo, la historia se entiende. Bravo por los guionistas, que han fabricado un escenario de tiempo reversible: esto lo habíamos visto antes en la literatura y en el cine, pero rara vez en una teleserie, donde la periodicidad semanal impone limitaciones severas en aras de la inteligibilidad. Habrá que ver si la maestría narrativa se mantiene intacta a lo largo de toda la temporada: ese es el verdadero desafío. Como el acontecimiento central es la muerte de Pope en acto de servicio, el protagonismo recae inevitablemente sobre la pareja Pope-Charli, o sea, Marcial Álvarez y Juanjo Artero, que en nueve años (se dice pronto) se han convertido claramente en imagen de El comisario . Con todo, quien más me ha impresionado en este primer episodio de la nueva temporada es el comisario propiamente dicho, o sea Tito Valverde, a quien le han encomendado que saque a la luz «el lado más oscuro del personaje», según dice la promoción de la serie, y a fe que lo logra. A Valverde le está sentando muy bien el paso de los años, al menos en fuerza expresiva, y en el episodio del viernes componía primeros planos abrumadores, donde él ponía el rostro y la iluminación -excelente- hacía lo demás para sumergir al espectador en una atmósfera realmente inquietante. El producto sigue teniendo sus defectos -por ejemplo, el empeño en ponerse «coral» sin tener bastantes mimbres para ello-, pero no cabe duda de que es uno de los mejores títulos españoles de la pantalla. Versión española , la gran ventana del cine español en televisión, cumple diez años en La 2. A pesar del tiempo transcurrido, su presentadora, la actriz y periodista Cayetana Guillén Cuervo, mantiene intacta su ilusión por promocionar el cine doméstico más reciente, captar nuevos espectadores y aproximar a la audiencia sus profesionales. Hija y hermana de actores, la artista madrileña se prodiga poco en la gran pantalla porque su tarea en este espacio se lo impide. «Pero, hasta ahora, me ha compensado», apostilla esta profesional que el año pasado mostró su cara más atrevida en el magazine nocturno de La 2 D-Calle . -Diez años de Versión española. Es para felicitarles. -No esperábamos estar tanto tiempo. Nuestras expectativas eran más modestas porque hemos conquistado la confianza del público y también de los profesionales de nuestro cine, que ahora sí nos apoyan porque conocen cómo les cuidamos a ellos y a sus obras. -Ahora todos quieren sentarse en el plató de Versión española. -Sí. El programa se ha convertido en un referente cultural. Al principio todos estábamos muy verdes. Los comienzos siempre son duros, por eso es importante dejar crecer a los programas, que no se hacen en un día. Seguimos y con más posibilidades que nunca. -¿Con qué criterio seleccionan los títulos que emiten? -Trabamos con mucho respeto y rigurosidad. Todos los que hacemos el programa amanos al cine y eso se transmite al espectador. Somos rigurosos en lo que contamos y tratamos con calidez y respeto a los actores, técnicos, directores de fotografía y músicos de nuestro cine. También ahondamos en los miedos que generan los procesos creativos, los sueños que se cumplen... -Y todo para transmitir a la audiencia lo qué significa hacer cine en España. - Así es. - Usted juega con ventaja porque también escribe guiones y construye personajes. - Y eso me permite saber de lo que se habla y no preguntar cosas que pueden herir. Además, he crecido en las rodillas de muchos de nuestros invitados. -Una década en antena es una buena excusa para hacer balance. -Estoy muy satisfecha del tono cálido y cercano que hemos logrado con los que pasan por aquí y del trato que estamos dando la cortometraje. Hemos conseguido que La 2 reserve un espacio para este formato que es el futuro de los nuevos cineastas. Y también es un orgullo decir que emitimos las películas, de las que TVE tiene derechos de antena, en muy buenas condiciones. -Y, ¿personalmente? -Guardo muy buenos recuerdos de los encuentros Víctor Erice-Antonio López ( El sol del membrillo ), Fernando Fernán Gómez-Almodóvar ( El extraño viaje ) y Miguel Picazo-Amenábar ( La tía Tula ). Y también del tú a tú con Bigas Luna. -También habrá tenido algún momento malo. -Pues sí. Algún invitado ha tenido una actitud borde, extraña, que me ha hecho sentirme vulnerable. -Su público fiel se traduce en una media de un millón de espectadores. -Un número muy considerable por qué no hay más que ver cuanta gente va al cine a ver un filme español. Esta cifra significa que el cine español interesa. -Pues, por los datos que registran las salas, la lectura no es tan positiva. -Nuestra industria no tiene muchos medios para los lanzamientos, para crear la necesidad de que se vea el producto.Esto lo hacen muy bien los americanos, que tienen la misma partida para publicidad y promoción que para el rodaje. no borrar HASTA AQUÍ

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