La resurrección de un convento condenado a morir en el olvido
Del antiguo convento de S. Agustín sólo se conserva la fachada de la crujía principal, con cimentación de sillería y alzado de fábrica de tapia. Se conserva también una puerta de arco conopial, los restos de los muros del interior y los solados de canto que han aparecido en una limpieza con control arqueológico. La iglesia contenía la Capilla de los Villafañe, que podría haber albergado también el presbiterio. Es una construcción de piedra de unos 50 metros cuadrados de superficie, de estilo plateresco, atribuida a Juan de Badajoz el Joven. Contiene conchas veneras con la cruz de Santiago en los plementos de la bóveda, conteniendo también pequeñas esculturas de S. Agustín, S. Gregorio, S. Ambrosio y S. Jerónimo. La fachada principal es de tapial con portada del Renacimiento temprano (primera mitad del S. XVI).Presenta una bella puerta principal de piedra local con arco de medio punto, conteniendo dos clípeos con calaveras en las enjutas. En el interior del friso se han tallado medios relieves con dos pares de águilas con coronas en el cuello que sujetan escudos con los cuarteles de los almirantes de Castilla, los Enríquez.