El autor dice que si divide su edad entre sus premios, tiene «poquísimos»
Antonio Pereira gana el Premio Quevedo de Poesía por «Meteoros»
El escritor reivindica su faceta de poeta, aunque haya quedado solapada por la de narrador
El veterano escritor leonés Antonio Pereira obtenía ayer el Premio Quevedo de Poesía por los poemas inéditos incluidos en su antología Meteoros . El galardón, con el que el Ayuntamiento de Madrid trata de reconocer a los mejores profesionales de la cultura en distintos apartados, está dotado con 9.000 euros. El jurado, presidido por el director general del Libro, Rogelio Blanco, estuvo integrado por los escritores Clara Janés, Jaime Siles, Juan Carlos Suñén y Amalia Iglesias, ganadora de la anterior edición del Premio Quevedo. El jurado destacó la experiencia poética de Pereira y su alta calidad. También otorgaron una mención especial a la joven escritora gaditana Cecilia Quile. Pereira, tras reconocer su emoción por este galardón, que calificó de «muy bonito y muy suntuoso», afirmó que se sentía «encantado», porque si se ponía a dividir sus años entre los premios que ha recibido, realmente, dijo, «tengo poquísimos premios». Nada «concursero» El autor villafranquino, haciendo gala de su finísimo sentido del humor, puntualizó que siempre le agradaba conseguir un galardón, teniendo en cuenta que nunca ha sido «un concursero». Pereira destacó la lista de grandes poetas que han obtenido el Premio Quevedo, y citó a José Hierro, José García Nieto, Clara Janés o Amalia Iglesias. Pereira, que precisamente rescataba recientemente toda su obra poética en el ahora premiado libro de Meteoros, reconoció ayer a este periódico que quizá su actividad poética había quedado solapada por su culpa, ya que durante mucho tiempo no había publicado más que narrativa. «Quiero que se me considere como poeta, porque la poesía está en mi prosa o, al menos, ese es mi deseo». Pereira afirma que todo cuanto escribe es poesía o tiene vocación de serlo. El escritor leonés, que se encuentra actualmente inmerso en la promoción de su nuevo libro de relatos - La divisa en la torre -, compendia cuatro décadas de creación poética en Meteoros (entre 1962 y el 2006). Den t ro d e Meteoros se recogen los siguientes libros: El regreso (1964), Del monte y los caminos (1966), Cancionero de Sagres (1969), Dibujo de Figura (1972), Una tarde a las ocho (1995) y el inédito Viva voz (2006) -por el que se le ha otorgado el que Premio Quevedo-, así como dos breves conjuntos de poemas Situaciones de ánimo y Memoria de Jean Moulin (1962-1972).