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En Salamanca y Ávila esta metodología permitió localizar bajo el subsuelo sendas iglesias

El georradar tendrá mañana los datos para saber qué hay bajo San Isidoro

Si aparecen restos de primitivos edificios, podrán reconstruirse de forma virtual sin tener que excavar

Imagen de archivo de dos técnicos empleando un georradar para hallar restos en el subsuelo

León

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San Isidoro podría ocultar grandes secretos que muy pronto pueden ver la luz. Mañana, el georradar que desde el lunes rastrea el subsuelo de la basílica románica determinará qué hay bajo el actual edificio, construido, según cuenta la historia, sobre un primitivo monasterio. La prospección del georradar, auspiciada por la Junta de Castilla y León, ha deparado grandes sorpresas en otros lugares de la comunidad autónoma donde se ha llevado a cabo. En Ávila, por ejemplo, el georradar permitió localizar una basílica del siglo IV. También en Salamanca, durante la ampliación del Museo de la Automoción, el georradar localizó una iglesia del siglo XII. Asimismo, en el yacimiento arqueológico de Numancia (Soria) se ha empleado para buscar la estructura de la antigua ciudad celtibérica y romana. En principio, el georradar sólo «sondeará» la basílica. Sin embargo, el abad de San Isidoro, Francisco Rodríguez Llamazares, no descartó que, en una segunda fase, esta misma metodología se utilice para hacer una «lectura» de los cimientos de los claustros de la Colegiata. El georradar permitide conocer la profundidad y forma aproximada de las acumulaciones de materiales derrumbados y confirmar, sin margen de error, la existencia de restos arquitectónicos enterrados; y todo ello, sin necesidad de coger un pico y una pala. La Colegiata de San Isidoro se asienta sobre el interior de la muralla de la Legio VII Gemina. Su origen se remonta a la segunda mitad del siglo X, con la fundación en ese emplazamiento del Monasterio de San Pelayo y San Juan. Reconstruido por Alfonso V tras los ataques de Almanzor, en el año 988, este monarca decide trasladar al interior de sus muros los restos de casi todos los reyes leoneses. Su hija Doña Sancha y su esposo Fernando I reedificarán sobre los antiguos cimientos un nuevo templo, al que se trasladaron desde Sevilla los restos de San Isidoro. En el año 1063 fue consagrada la iglesia y nuevamente reformada y ampliada en el siglo XII por la infanta Doña Sancha. El georradar dirá si es o no cierto...