Un siglo en setenta culos
La muestra «Ocultos» recorre el siglo XX a través de los retratos dorsales de grandes maestros de la fotografía
El culo se hace arte en la muestra Ocultos . Una sugerente propuesta «que no es un catálogo de culos», según advierte su comisario, Javier Díaz Maroto. Ocultos reúne 67 imágenes de otros tantos fotógrafos que retratan a sus modelos renunciado a la tradicional pose frontal en favor de la dorsal. En lugar de atender al rostro, fijan su objetivo en la retaguardia, allí donde según el eufemismo «la espalda pierde su casto nombre». Convierten así nalga y trasero en obra de arte y denominador común de las casi setenta imágenes que constituyen un extenso e insólito repaso al siglo XX. La Fundación Canal ofrece esta vuelta al siglo en setenta artísticos culos. Lo hace en un espectacular montaje inspirado en los gabinetes privados donde permanecieron 'ocultas' algunas de las grandes obras de la historia del arte. El peculiar diseño, obra de Gabriel Corchero, ha convertido la sala de exposiciones en un espacio íntimo, elegante y misterioso. Con paredes enteladas en seda roja y puertas cerradas que invitan a escudriñar a través de sus mirillas estos casi setenta retratos dorsales. Se puede ver, que no tocar, en esta indiscreta evocación del espíritu voyeur. Maestros Firman las instantáneas algunos de los grandes fotógrafos de los últimos cien años, maestros tan indiscutibles como Robert Capa, Bill Brandt, André Kertész, Henri Cartier-Bresson, Man Ray, Lucien Clergue o Robert Mapplethorpe. Juno a ellos, fotógrafos españoles como Joan Colom, Rafael Navarro, Ramón Masats, Alberto García Álix, Isabel Muñoz, Cristina García Rodero, Miguel Oriola, Ciuco Gutiérrez o Carlos Pérez Siquier. Cada cual aporta su particular 'visión dorsal' de la anatomía humana y en las más diversas circunstancias y formatos. Hay dorsos y culos hermosos y seductores, masculinos y femeninos, delicados y astrosos, pétreos y fofos, respingones y planos, anónimos y conocidos, desnudos y vestidos, finos y orondos, rotundos y enormes como el de un luchador de sumo que retrata William Klein. Han sido retratados desde el erotismo, el humor, el costumbrismo, el documentalismo o el intimismo, y, sólo en algún caso bordeando la pornografía. Díaz Maroto reconoce que pasó «algún apuro» cuando acudió a grandes coleccionistas y archivos fotográficos interesándose por fotos de culos. La Fundación hubo de explicar en detalle su «seria» propuesta de repasar el siglo XX a través de dorsos, torsos, culos y nalgas. Vocablos que la Real Academia Española (RAE) define con magistral sencillez: culo es el «conjunto de las dos nalgas» y nalga «cada una de las dos porciones carnosas y redondeadas situadas entre el final de la columna vertebral y el comienzo de los muslos». Ocultos es una exposición única en su género, tan singular por su temática como extraordinaria por la cantidad y calidad de los fotógrafos que reúne. La selección es para el comisario «un cúmulo de razonadas intenciones donde cabe, con mayúsculas, la belleza, la provocación, el humor, la ironía, la dulzura, la historia, la estética el erotismo y la investigación creativa».