Pilar Vázquez, voz que hace adictos

PILAR VÁZQUEZ ha vuelto a cantar en León. Tras ser elegida por Zubin Metha para ser su Waltraute en la jornada correspondiente del Anillo del Nibelungo el próximo año en Valencia, la contralto leonesa continúa su dura e intensa preparación para encarnar el que sin duda será el primer gran papel de su carrera, por otra parte plenamente encauzada al canto wagneriano y a roles de gran envergadura vocal y escénica. Invitada por el colegio de Ingenieros de Minas, la contralto ofreció un breve pero hermoso recital en el aula magna del Albéitar con un programa dividido en tres partes que abarcaba romanzas de zarzuela, arias de ópera y canción española. Acompañada espléndidamente al piano por Jesús de los Ríos, un magnífico repertorista con el que Pilar se siente plenamente identificada, no tuvo la cantante problema alguno a la hora de hacer el recorrido por esas obras de repertorio que siempre gozan del favor del público sin que éste se percate de la dificultad que algunas de ellas encierra. Comenzó con Montsalvatge y su Cuba dentro de un piano, perteneciente al ciclo de canciones negras al igual que la que siguió, Canción de cuna para dormir a un negrito, que parecían escritas para su voz, pues aunque son del dominio de las soprano, sin embargo Pilar las otorga otro carisma mucho más dramático, intimista y fresco que las hace sugerentes y cercanas. Su voz, cada día mejor colocada, segura, con una vocalidad inteligible, potente y cavernosa cuando el pentagrama lo requier, sin que por ello rehuya la zona aguda, a la que se encarama sin dificultad con esa suerte de voz ascensor que posee, convirtió estas dos gemas canoras en sendas guindas para adornar un recital que fue in crescendo con cada grupo de obras. Aunque el público se advertía poco versado en esta suerte de música, sin embargo Pilar supo captarle de inmediato y mantenerlo atrapado en su butaca hasta el final del recital. Fue ahora Leoncavallo y su E destin, de La Bohéme, la pieza que dio oportunidad para observar los progresos realizados en poco menos de un año por esta versátil cantante. A la hermosura del texto y música unió Pilar la de su voz, ahora lírica en extremo y sentida lo que confirió a esta singular aria una belleza peculiar y sobre todo novedosa. Con Acerba volutta de Adriana Lecouvreur y, sobre todo, con ese desgarrador Mon coeur souvre a ta voix, de Sansón y Dalila, la contralto leonesa completó la que podríamos llamar la parte más densa del concierto para ya abordar sin red las tres romanzas finales que hicieron las delicias del respetable que acudió a aplaudir a esta siempre sensible e inteligente contralto. La Romanza del Pilar de Gloria en Los de Aragón, un canto a las campanas de ese templo, nostálgico y evocador estuvo servido por Pilar con dulzura y cuidados matices. El tango de la Menegilda, de la Gran Vía, fue otra muestra del desparpajo y la soltura que la cantante otorga a este tipo de romanzas a las que dota de una especial personalidad llena de intencionalidad que no dejan indiferente al oyente. Con el Barquillero, finalizó este delicioso recital de Pilar Vázquez que una vez más ha demostrado su calidad canora y el por qué ha sido elegida por uno de los cuatro mejores directores del mundo, para cantar en el Palau recientemente el papel de una de las hjjas de Wotan en la Valkiria . Sobresaliente.