Quijano compite con otros 5.000 autores por la letra del himno

«Que la música militar nunca me supo levantar...», decía la letra de aquel tema titulado la Mala reputación de Paco Ibáñez. Sin embargo, el himno nacional ha levantado pasiones. Más de 5.000 compositores se han apresurado a ponerle letra. El cantante y empresario leonés Manolo Quijano es uno de ellos. Aceptó el reto que le lanzaba Juárez, dibujante del Diario, a través de una viñeta, tras componer música para los principales equipos leoneses. Los deportistas españoles estaban hartos de ser los únicos que cuando subían al podio sólo podían tararear un la-la-la o un chunda-chunda al compás del himno de España. Por eso, el Comité Olímpico Español (COE) decidió lanzar una convocatoria. El presidente del COE, Alejandro Blanco, y el de la Sociedad General de Autores (SGAE), Tedy Bautista, han fijado los plazos para elegir el texto definitivo. Ante la avalancha de compositores, se ha acordado que sea el Instituto Complutense de Ciencias Musicales quien dirija el proceso de elección «desde el mismo momento en que se cierre el plazo de aceptación de letras (el día 26)». La composición del jurado se hará pública el día 15 de este mes, pero ha trascendido que serán entre cuatro y seis personas, «todas del mayor reconocimiento social en sus áreas y de probada solvencia e independencia». El 5 de noviembre se celebrará la reunión constitutiva del jurado, que, a partir de ese momento, establecerá la metodología y el plan de trabajo. La iniciativa ha trascendido del ámbito deportivo para convertirse en cuestión de Estado, después de el que el líder del PP, Mariano Rajoy, reclamara un texto que hable de la monarquía y de España. Manolo Quijano, padre del famoso trío de cantantes, confesó a este periódico que no le había resultado nada fácil ponerle letra al himno nacional, también conocido como Marcha Real, a pesar de que en los últimos meses parece haberse especializado en este género, tras componer himnos para la Cultural, la Ponferradina y el Baloncesto León. Quijano lo tenía claro desde el principio. Su idea era hacer un himno para todos. Algo realmente complicado. El propio Comité Olímpico había dado una pista: que exalte valores como la cohesión, ha de nacer desde el deporte y no puede tener aristas políticas. La propuesta de Quijano se ajusta a la perfección. Habla de furia, de pasión y de honor... Los antecedentes Sin embargo, no es la primera vez que se intenta poner letra al himno nacional, cuyo origen está en un toque militar llamado Marcha Granadera, de autor desconocido, que aparece recogido en 1761 en el Libro de Ordenanza de los toques militares de la Infantería Española. El Rey Carlos III la declaró Marcha de Honor el 3 de septiembre de 1770, aunque fue la costumbre y el arraigo popular las que erigieron esta composición en himno nacional, sin que existiera ninguna disposición escrita. Los españoles consideraron la Marcha Granadera como su himno nacional y la llamaron Marcha Real, porque se tocaba en los actos públicos a los que asistían el Rey, la Reina o el Príncipe de Asturias. En 1870 el General Prim convocó un concurso nacional para crear un himno nacional. El jurado declaró el concurso desierto por considerar que ninguna de las marchas presentadas superaba en calidad a la Marcha Granadera, y aconsejó que se mantuviera como Himno. Durante la dictadura, a los niños se les hacía cantar en los colegios el himno con la letra escrita por el poeta José María Pemán, que decía: «!Viva España! Alzad los brazos hijos del pueblo español...». El texto, considerado claramente fascista (por lo del brazo en alto) pasó al olvido con la democracia.