El dictador y su entorno tildaban a Franco de «pacato clerical»

«Hitler y toda su camarilla consideraban a Franco como un personaje de cuarta fila; el Führer le tachaba de pacato clerical», afirmó el historiador Xavier Moreno Juliá durante la presentación de Hitler y Franco. Diplomacia en tiempos de guerra (1936-1945) (Planeta), un ensayo que profundiza en las relaciones de ambos mandatarios. Hitler y Franco sólo se vieron una vez en la vida. El encuentro tuvo lugar en Hendaya, en un vagón de ferrocarril, el 23 de octubre de 1940. «Tras la caída de Francia, el Führer se planteó la toma de Gibraltar como un paso previo para invadir Inglaterra», explicó Moreno Juliá. «Franco, en aquel momento, simpatizaba con el Eje; además veía posible que Alemania ganara la guerra», subrayó. Exigió, sin embargo, una serie de contraprestaciones que Hitler le negó. «Quería que Alemania le entregara los territorios que Francia poseía al norte de África, pero el Führer no estaba dispuesto a pagar tan alto precio». El encuentro de Hendaya lo califica de «desencuentro». «Nuestro país dependía económicamente de los aliados, sobre todo en lo que respecta al trigo y al combustible, y si entraban en guerra a favor de Alemania podían dejar al país desabastecido; a pesar de estas reticencias, yo creo que si Hitler cede con las pretensiones de Franco del norte de África entramos en guerra», afirmó este especialista en las relaciones hispano-alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los personajes que más aparecen en el volumen es el ministro Serrano Suñer. «Él sabía bien lo que ocurrió en el vagón de Hendaya; he indagado, pero su hijo Fernando es muy precavido a la hora de mostrar los archivos de su padre; vela por su imagen y teme que aparezca algo que la pueda deteriorar». Tampoco la Fundación Franco le facilitó la tarea.