«Los socios habían perdido la confianza en la anterior directiva»

La histórica asociación Pro Monumenta, la que ha venido siendo una de las más activas y combativas en todo cuanto se refiere al cuidado, divulgación y defensa del maltrecho patrimonio leonés, acaba de iniciar una nueva etapa. Y quien encabeza su equipo directivo, Marcelino Fernández, habla en esta entrevista de objetivos, iniciativas y métodos de trabajo. -¿Cuáles van a ser los fines principales de la asociación Pro Monumenta en esta nueva andadura? -Va a ser el de siempre: velar por el patrimonio cultural de León. Y no va a haber otros. -¿Y qué iniciativas se pondrán en marcha para ello? -Pues, aparte de retomar el espíritu inicial de la asociación, con las tradicionales hacenderas, que es algo que se dejó de hacer y que, por ello, han sido robadas muchas piedras de sitios a los que antes íbamos, estamos preparando una serie de iniciativas muy importantes que ya daremos a conocer en su momento. Sí puedo decirte que algunas están relacionadas con los canales romanos de La Cabrera: se está redactando un proyecto muy completo sobre ellos, a cargo del ingeniero de minas Roberto Matías, que servirá de referencia para todas las actuaciones posteriores. -¿Estamos, realmente, ante una nueva etapa? -Pro Monumenta siempre ha trabajado de forma seria. Mira, se fundó en 1992. Entre ese año y el 2000 creció, con muchas dificultades porque apenas teníamos medios: había que comprar las propias escobas con las que limpiábamos los sitios, etc., pero se le otorgó, por ejemplo, la Medalla de Oro y Brillantes del Colegio de Arquitectos, que pocas veces ha sido concedida, y el Legio de Oro. Es decir, que rápidamente se vio que el suyo era un trabajo bien hecho. Entre el 2000 y el 2004 se continuó con esa trayectoria y del 2004 para acá, bueno, pues vivió una deriva personalista en la que sólo servía de soporte para los intereses particulares de una única persona. -¿Ha habido altas o bajas destacables tras el cambio de directiva? -Pues mira, en este mes y pico se han dado de alta más de cuarenta personas. Han regresado muchos de los que se habían ido y ha habido muchas incorporaciones nuevas: profesores de instituto, jóvenes, un grupo muy importante procedente de La Venatoria, etc. Estamos en el buen camino. -¿Continuarán con la revista y la página web? -Sí, continuaremos. La revista, que estaba en imprenta, y que llevaba nada menos que dos años de retraso, se paró. Habrá que revisarla: o bien continuamos con los contenidos que tiene o bien partimos de cero. A ver si podemos sacarla para finales de año. -¿Se corre el riesgo de perder algunas subvenciones concedidas durante la etapa anterior? -Hemos pedido al Instituto Leonés de Cultura la ampliación de plazo para una porque, entre otras cosas, aún no están aprobadas las cuentas del 2006. El cambio fue el 4 de julio, luego llegaron las vacaciones, así que se ha podido hacer poco. Fíjate que fue el 27 de septiembre cuando tuvimos la asamblea general extraordinaria. -¿De qué manera se quiere involucrar a los asociados en este proyecto? -Ahora mismo estamos organizando grupos de trabajo: cada socio se inscribe en el que más le interese. Creemos que esto no es lo que un señor diga, esto es un proyecto común, participativo, en el que todas las ideas se tendrán en cuenta. -¿Iniciativas previstas? -Viajaremos el día 20 a Ponferrada para ver Las Edades del Hombre; también nos acercaremos hasta Villafranca para conocer a fondo la villa con un guía especializado. Y preparamos una visita al museo Sierra-Pambley. También hay personas preparando una hacendera en Sandoval. -¿Cuáles son, a su juicio, las prioridades del patrimonio leonés? -Su conservación. Impedir que se caiga. Escalada, Sandoval, Montes de Valdueza, en muchos casos siguen en pie gracias a nosotros, se han hecho Planes Directores por nosotros. Pero hay que presionar más para que los políticos respondan. Lo que hay que hacer es buscarles una utilidad a estos monumentos tan emblemáticos, pero claro, para eso antes hay que restaurarlos. Por ejemplo, Escalada: su principal problema no es la luz, eso es tan solo algo estético, su problema es estructural. -Se ha especulado mucho con la famosa asamblea de mayo. ¿Podría explicar qué sucedió exactamente allí? -El 27 de mayo hubo una asamblea en la que, curiosamente, si normalmente iban 40 ó 50 personas, esa vez acudieron 130. La directiva presentó sus cuentas, no se aprobaron. Presentó su gestión, no se aprobó. Sus nuevos proyectos, tampoco. La mayoría rechazó absolutamente todo, a favor estaban sólo unas 14 personas. Así que no le quedó otra que dimitir. Mira, los estatutos prohíben claramente que los socios se metan en política. Pues el detonante fue que salió dinero de la asociación -900 euros- con destino a una manifestación, y además bajo ciertas condiciones. El dinero regresó pero esa no es manera de hacer las cosas.