El castillo de Villapadierna ingresa en la lista roja de Hispania Nostra

El castillo de Villapadierna ha ingresado en la lista roja de Hispania Nostra por su estado de abandono. Este ránking delata que León es una de las provincias con más monumentos en peligro. Son ya cinco los edificios históricos leoneses que figuran en la lista roja de Hispania Nostra -el brazo español de Europa Nostra-: el citado castillo, el Palacio del Conde Luna, en León capital; dos joyas medievales del Bierzo, el monasterio de San Juan de Montealegre (del siglo XII) y el castillo de Sarracín, en Vega de Valcarce; y el monasterio de San Pedro de Montes (siglos VII-IX). La lista roja del Patrimonio, que se actualiza periódicamente, aspira a recoger aquellos monumentos que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. De alguna manera, la denuncia pública del «maltrato» a los monumentos suele resultar eficaz, ya que muchas instituciones, con tal de no figurar en estas listas vergonzosas, acaban por restaurar los monumentos que están a su cargo. León, por el contrario, parece haber emprendido una carrera por convertirse en la provincia que peor cuida su patrimonio. En los últimos ocho meses, Hispania Nostra ha denunciado el estado de abandono de tres monumentos leoneses -el Conde Luna, San Pedro de Montes y el castillo de Villapadierna-sin que haya habido cambios sobre la conservación de los dos que ya figuraban en su lista roja. Pese a que Hispania Nostra sólo da cuenta del mal estado de cinco edificios emblemáticos, evidentemente la lista de monumentos abandonados o que requieren una restauración es mucho más extensa en León, una de las provincias más ricas de España en Patrimonio. La inclusión de San Pedro de Montes abrió un ácido debate político. Algunos expertos llegaron a evaluar en cuatro millones de euros el presupuesto necesario para sacar a este monasterio de la «ruina extrema» en que se encuentra. Hispania Nostra, que califica de «abandonado» y «en ruinas» el estado del castillo de Villapadierna, incluye en su página web una breve reseña histórica sobre este monumento. Una larga historia El castillo, del siglo XV, fue señorío de doña Berenguela, segunda esposa de Alfonso IX, y pasó luego a los Enríquez y a la Casa de Alba. A finales del siglo XVIII, pertenecía a la marquesa de Villafranca. El castillo inicialmente estaba rodeado de un foso de agua. Los lienzos son de sillares y canto rodado con argamasa. La barrera externa aparece semiderruída y muy desgastada en los tramos conservados. Mejor estado de conservación presenta la adusta torre central, en cuya parte superior se abren ventanas de amplia flecha. Aunque la asociación Promonumenta ha tenido también en su punto de mira el castillo de Villapadierna, sus actuaciones sólo han permitido que esta construcción no haya sido devorada por la maleza. El castillo necesita una intervención urgente para evitar que desaparezca por completo.