Carlos Javier García destacó el paralelismo entre la novela de Crémer y la memoria histórica
El profesor de Literatura Española de la Universidad de Arizona Carlos Javier García-Fernández destacó ayer el paralelismo «simbólico» y «cultural» existente entre la novela Libro de Caín ( 1958) de Crémer, y la actual «revisión» de la memoria histórica en España. Así lo afirmó ayer en León antes de impartir una ponencia titulada La novela de Victoriano Crémer: puntos de una encrucijada, que se enmarca dentro del Congreso Internacional que se celebra en la capital leonesa sobre el escritor y periodista, ya centenario. El experto, que ha analizado la vertiente de Crémer como novelista, se ha referido al Libro de Caín, una obra en la que el escritor traspasó el enfrentamiento de Caín y Abel a la situación que se vivió en España antes de la Guerra Civil, una época en la que su familia se vio obligada a emigrar desde Burgos a León, ciudad en la que ha residido casi toda su vida. García Fernández ha explicado que ya la propia retórica del Cainismo que planteó Crémer «establece cierto paralelismo con el lenguaje cultural que hoy día se encuentra en los medios de comunicación a la hora de revisar el pasado». Además ha aludido a «capítulos reveladores», que se ajustan «con claridad a la realidad del presente y que han cobrado actualidad incluso en los días más recientes con la revisión que se está produciendo de la memoria histórica». Sin mencionar a la memoria histórica como tal, puesto que la novela se ambienta en un momento prebélico, Crémer hace referencia a la idea de los «muertos indefensos», una figura que «se considera hoy día cuando se habla de la memoria histórica». El profesor matizó que el paralelismo de la novela con la actualidad «es simbólico, no histórico», puesto que lógicamente «Crémer no podía profetizar», si bien en su obra «aparecen elementos que podrían plantear una reflexión sobre el momento actual». Crémer ha escrito una decena de novelas en las que siempre se refleja una preocupación por lo social. En su novela se percibe «una voz independiente que va a su aire, como alguien crítico con la sociedad de su tiempo», según García-Fernández.