El Rey abre el gran Museo del Prado
Don Juan Carlos destaca en la inauguración que la pinacoteca contribuye a identificar España como una gran nación y alaba el pacto parlamentario que permitió su expansión Gratis hasta el 4
Ante un auditorio de más de 300 personas, los Reyes, acompañados de los Príncipes de Asturias y del presidente del Gobierno, inauguraron la ampliación del Museo del Prado, la mayor reforma realizada en la pinacoteca madrileña a lo largo de sus cerca de doscientos años de historia. «Hoy es un día para sentirnos particularmente orgullosos como españoles por nuestro patrimonio artístico y cultural, aquel que representa el Museo del Prado y que contribuye a identificarnos como gran nación», subrayó el monarca. «Se ha perseguido aunar los más altos valores de la modernidad y del clasicismo, el vivir contemporáneo y el legado histórico, que Moneo y Villanueva representan», dijo don Juan Carlos, quien atribuyó el éxito de la reforma «al entusiasmo de los profesionales que trabajaron en ella, al apoyo de los poderes públicos y al respaldo de nuestra sociedad». Pacto de Estado El Rey apeló al consenso y a la unión de las fuerzas políticas cuando se trata de alcanzar objetivos importantes y permanentes. «Sin en el pacto parlamentario de 1995 difícilmente podrían haber concluido las obras que ahora inauguramos», señaló. Tras felicitar al responsable de la ampliación, el arquitecto Rafael Moneo, y a todo su equipo, el monarca quiso recordar a quienes «dieron lo mejor de sí mismos» en momentos de precariedad de la historia de nuestro país y del propio museo. También agradeció la labor de los sucesivos Gobiernos, los presidentes y miembros del Patronato, directores, conservadores y demás personal de la pinacoteca, quienes «han alentado e impulsado su ampliación». Don Juan Carlos nombró a José Antonio Fernández Ordoñez, una de los primeros impulsores, y a Rodrigo Uría, es presidente del Patronato y fallecido recientemente. «Desde aquí les dedicamos el más emocionado recuerdo». La obra de Moneo, según sus palabras, simboliza la modernización de nuestro país en los últimos 30 años y refuerza el alto perfil de la pinacoteca y su vocación internacional. «El Prado aparece hoy más luminoso, más ancho y más innovador, a la vez que se subraya su espíritu abierto, despierto y acogedor, y se engrandece uno de los conjuntos urbanísticos con mayor solera de Madrid». Y añadió: «Han sido años complejos de intensos esfuerzos y de muchas ilusiones hasta dotar al Prado del nuevo peso, atractivo y dimensión que le corresponden como una de las más prestigiosas y admiradas pinacotecas del mundo». El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero calificó la inauguración como «genuino acto de Estado». El Prado, a su juicio, «se hace a partir de ahora más visible a los ojos del mundo». Zapatero alabó «la labor de los anteriores gobiernos que han hecho posible la reforma» y agradeció «la generosidad de la realeza» al donar sus colecciones para «el disfrute los todos los ciudadanos».